El problema de la morosidad al que hacen frente los autónomos extremeños no solo no se ha reducido, se ha recrudecido. Llos trabajadores por cuenta propia de la región pasan por verdaderos apuros según explica la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en Extremadura.
Es en un informe donde explica que las administraciones públicas de la región son las que más tiempo tardan en pagar las facturas que tienen pendientes con los autónomos. Superan a todas las comunidades.
La nueva ley de morosidad marcó un plazo máximo de 30 días para que las administraciones ejecutaran el pago; y de 60 para la empresa privada. Las cuentas no salen si se tiene en cuenta por ejemplo que la media de las administraciones públicas de Extremadura es de 132 días. Esta cifra es llamativa, porque supone un incremento porcentual de hasta un 70 por ciento si se comparan las cifras de septiembre de 2014 con las de este año.
En el caso de la empresa privada, la norma marca un plazo de 60 días, aunque la realidad muestra que las pymes sufren una demora de 95 de media.
“Autónomos con el agua al cuello”
Se trata de unas cifras que preocupan a ATA, que advierte que no esta situación no solo puede meter puede terminar a veces en cierre. A la demora en el cobro hay que sumar las deudas que el propio autónomo puede tener con sus proveedores, lo que hace que la 'bola de nieve' comience a crecer.
Raquel de Prado, responsable de ATA en Extremadura, advierte que se trata de un problema muy grave. Comenta que hasta hace bien poco se veía con completa normalidad el hecho de que la administración pagara con dos años de retraso. Pero mientras al autónomo se le obligaba religiosamente a pagar cada mes su sello, y a hacer frente al pago del IVA.
La representante de ATA pone encima de la mesa algo muy evidente: que el propio sector público no está cumpliendo la ley. Defiende un régimen sancionador también para las administraciones morosas. Apunta que si el autónomo es sancionado en caso de no estar al día en sus pagos a la Seguridad Social, la administración también debería de asumir parte de su responsabilidad en este proceso.
La empresa privada
Otra de las cuestiones que critica es el hecho de que, dentro del sector privado, son las empresas con más trabajadores las que más se retrasan en pagar. En parte aprovechan el hecho de que pueden ser un sustento de ingresos fundamental para muchas pymes.
El IVA con criterio de caja permite a las pymes que no tengan que liquidar ante Hacienda el IVA de las facturas hasta que no cobren las facturas. ATA explica que la medida no ha tenido la aceptación que se esperaba, y que el autónomo en la práctica no lo hace.
El motivo reside en que la pyme tiene miedo de que la gran empresa a la que la factura deje de tenerlos en su lista de proveedores. El motivo reside en que la gran empresa tampoco puede deducirse el IVA hasta que no haya pagado mediante esta medida, lo que desemboca en que no sea una práctica utilizada entre los pequeños empresarios.