El desempleo de larga duración implica algo más que una la falta de ingresos. Cuanto más tiempo pasa, más complicado supone engancharse de nuevo al mercado laboral, hasta llegar a convertirse en un estado ‘crónico’. Dentro de este bucle el paso del tiempo corre en contra, y puede poner en riesgo de exclusión social a quienes se han quedado sin coberturas o subsidios.
El sindicato CCOO Extremadura detalla que el año 2015 cerró con 129.748 personas inscritas en las oficinas del SEXPE, de las que disfrutaban de cobertura el 53,9 por ciento de ellas. Los datos son reveladores, porque en 2010 había inscritas 116.561 personas en el paro, con una tasa de cobertura del 68,7 por ciento.
Es decir, si en 2010 había 31.000 personas en Extremadura fuera del sistema de prestaciones, la cifra ha crecido hasta las 46.000 al cierre del ejercicio de 2015. O lo que es lo mismo, un aumento de 15 personas por cada cien.
Hay multiplicidad de 'casuísticas' para beneficiarse de un subsidio, entre las que se encuentran las prestaciones para mayores de 55 años sin renta --tienen derecho a cobrar el 75 por ciento del IPREM (en torno a 470 euros)--, o gente que solicita el subsidio no contributivo de los seis meses.
Miguel Coque, de CCOO, advierte que el problema es que hay muchos parados que han agotado todas las prestaciones posibles. Se puede considerar que una persona en paro desde hace dos años corre el riesgo de ‘cronificación’, porque muchos no han cotizado lo suficiente como para haber estado recibiendo el paro hasta los 24 meses.
Día de la Justicia Social
Con motivo del Día de la Justicia Social, el sindicato UGT Extremadura advierte que 360.000 extremeños están en riesgo de pobreza o exclusión social, un 39,8 por ciento según el índice Arope, lo que sitúa a la comunidad autónoma diez puntos por encima de la media nacional.
Lamenta que el sistema de protección diseñado para paliar esta situación se ha mostrado insuficiente, y exige a la Administración extremeña que “siga dando respuesta a la necesidad de la gente sin límite hasta alcanzar estándares de dignidad en la vida propios de una sociedad desarrollada del siglo XXI”, recoge la agencia Efe.
Lo cierto es que las cifras van aumentando en una economía regional que no termina de arrancar, y donde además la cifra de mujeres desempleadas sigue siendo superior. Calcula CCOO que más del 60 por ciento del paro extremeño de larga duración tiene nombre de mujer. Con lo cuál reclama una vez más que las políticas activas de empleo incluyan medidas objetivas que contribuyan a reducir esta desigualdad.
Precisamente, en materia de género, señala el colectivo Mujeres Sembrando de Mérida que cada vez que llega una crisis son ellas las que más sufren las consecuencias. Son en muchas ocasiones las únicas proveedoras del hogar, y sobre ellas recae la carga familiar y los cuidados, ya sea en niños o mayores. Estas mujeres piensan que la falta de cobertura para las paradas de larga duración es un modo de violencia de género.
Exigen medidas de cobertura especiales para aquellas madres que viven solas con sus hijos, y consideran que la renta básica no está siendo suficiente. “Invitamos a cualquiera de los políticos responsables de la renta básica que vivan con la prestación que se da a estas mujeres”.
Mujeres Sembrando subraya que una vivienda digna no es solo un techo, sino tener acceso a luz o agua y a alimentos. “Aquí mucha gente no tiene para comer, mientras los supermercados tiran la comida”, lamentan.
La desigualdad de género también se detecta en el caso de las mayores. Un informe de Comisiones Obreras apunta que unas 14.200 personas extremeñas, de las que un 86,5% son mujeres, “malviven” con pensiones no contributivas (PNC), cuyos importes son menores a las contributivas. Además, Extremadura tiene las pensiones con la cuantía media anual más baja de toda España.
La situación de las personas paradas de larga duración empeora si en vez de fijarse en las inscritas en el SEXPE se siguen los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Unos datos que ponen de manifiesto que en el cuarto trimestre de 2015 había 140.500 personas desempleadas en la región, de las que casi la mitad no tiene ningún tipo de prestación.
Los datos facilitados por CCOO Extremadura muestran que hay 52.128 personas en paro inscritas más de 12 meses; mientras que el número de desempleados que lleva más de 24 meses suma un total de 32.986, y los tres años, hasta las 22.503 personas.
Las cifras hablan por tanto de en torno a 107.000 parados sobre los 133.520 que había en enero, son de larga duración. De manera que casi el 80 por ciento de los parados son de larga duración. Y de esos 107.000, hay el doble de mujeres que de hombres.
Ante este panorama Miguel Coque reclama de nuevo medidas excepcionales y políticas activas de empleo que permitan a Extremadura remontar con urgencia.