La Estrategia para el Impulso del Vehículo Eléctrico en Extremadura pretende movilizar una inversión pública-privada de 235 millones de euros para conseguir que en 2030, entre otro objetivos, al menos el 10 % de los nuevos coches matriculados sean eléctricos.
La consejera de Economía e Infraestructuras, Olga García, que ha destacado que ese porcentaje supondría unas 9.200 unidades y la reducción de 23.000 toneladas de emisiones de CO2 al año.
Según datos de diciembre de 2017, la región solo cuenta con 250 vehículos eléctricos, el 0,29 % del total. La Junta de Extremadura, con el apoyo de la Agencia Extremeña de la Energía (Agenex), quiere liderar y fomentar con esta estrategia el cambio gradual del uso de los vehículos de gasolina y diesel por los eléctricos, tanto en la movilidad urbana como la interurbana, y por parte de administraciones y ciudadanos.
Puntos de recarga
Además de la compra de estos coches, los otros objetivos de la estrategia 2018-2030 son la creación de una infraestructura de recarga, el desarrollo de un sector económico asociado al vehículo eléctrico y la coordinación entre las administraciones y todos los agentes implicados, informa la Agencia Efe.
La estructura de recarga pretende facilitar la existencia de un coche un punto, con la puesta en marcha de 8.200 en total, para que el coche salga cargado por la mañana, como un móvil, desde el lugar habitual de estacionamiento.
A esta “recarga vinculada”, como la ha denominado García, se une una red de acceso público formada por 189 estaciones de recarga eléctrica. Tiene dos niveles; uno primero para facilitar la movilidad en itínere, con más potencia de recarga y menos tiempo de duración, que estaría en las principales vías -22 puntos en total-, a una distancia máxima entre ellos de 75 kilómetros por carretera.
El segundo nivel contaría con 167 estaciones de acceso público en destino, en los que la recarga duraría más, situadas en hospitales, edificios administrativos o aparcamientos. Otra infraestructura son 220 estaciones privadas, de acceso público, en hoteles, centros comerciales o aparcamientos de pago.
Al menos un 10% de coches eléctricos
La estrategia persigue que en el 2030 al menos el 10 % de las estaciones funcionen con energía renovable. Para el ejercicio de 2019, la Junta de Extremadura ha consignado 2,8 millones de euros y 300.000 euros de fondos propios se destinarán a ayudas para vehículos, ya que ahora el precio es un hándicap, y puntos de recarga por parte de compradores privados.
En este sentido, ha explicado que aunque cuentan con fondos Feder, la Unión Europea sólo permite subvencionar la compra de vehículos para autobuses urbanos, policía local o servicios sanitarios. García ha avanzado que el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) del Ministerio de Transición Ecológica tiene la intención de distribuir 66 millones entre todas las CCAA para esta iniciativa.
La estrategia extremeña incluye, además, la formación de 1.000 profesionales, movilizar a al menos tres millones de euros en proyectos empresariales y apoyar al menos seis proyectos de I+D+i en este campo.
Ventajas
La consejera ha destacado que todos son ventajas en el vehículo eléctrico: no contamina, el coste de uso es más bajo, las revisiones son más económicos, es silencioso o sufre menos averías.
El gasto de recorrer 15.000 kilómetros año sería de 220 euros con un coche eléctrico y de 1.170 euros con uno de gasolina, ha puesto como ejemplo.
La movilidad eléctrica es “imparable”, según la consejera, que ha asegurado que una vez probado nadie volvería a uno de combustión. El documento recoge todas las medidas que manejan la Unión Europea, España y otras CCAA, como la posibilidad de restringir el acceso a los ciudadanos de los vehículos contaminantes, que es una competencia municipal, ha precisado la consejera.