Existen las condiciones idóneas, los recursos naturales y la capacidad para desarrollarlo. Extremadura se marca a medio y largo plazo un plan que supone un giro de las políticas públicas hacia una economía verde. Un sistema productivo que mira hacia el empleo sostenible como fuente de riqueza en consonancia con la tendencia internacional.
Es una apuesta por la capacidad de ocupación de a más de 10.000 personas, un 2 por ciento de la ocupación de 2009 según recogen los informes de la Fundación Biodiversidad y del Observatorio de la Sostenibilidad en España.
Estas son las conclusiones plan de sostenibilidad firmado este jueves por la Junta con los sindicatos y la patronal. Supone mirar hacia el patrimonio natural no como una inversión en conflicto con el beneficio económico, sino más bien lo contrario.
Como una fuente de crecimiento y de nuevos yacimientos de empleo. Así las líneas marcadas se basan en el fomento de la oferta de la biomasa de origen forestal y el fomento de la demanda de biomasa para usos técnicos, así como el aprovechamiento de Monfragüe y su entorno. También el fomento de las instalaciones fotovoltaicas para el autoconsumo y un pacto por el agua en Extremadura.
Su visión es a largo plazo, y supone un nuevo modelo que recoge explícitamente que la crisis económica ha proporcionado argumentos suficientes para una transición así. Hacia un modelo más respetuoso con el medio ambiente y los recursos naturales, “un cambio radical en el perfil económico y productivo”.
Parte de la base de que la comunidad extremeña posee un extraordinario capital que debe ser aprovechado para propiciar un crecimiento sostenible, incluidas las zonas proetegidas, como fuente de empleo en las zonas rurales. “Extremadura debe realizar un especial esfuerzo en la promoción del empleo relacionado con la preservación y gestión del patrimonio natural, tanto de los recursos en sí (agua, aire, suelo, especies) como de los espacios que alberga (Red Natura 2000, etc)”.
Algunos datos
Las estimaciones de Fundación Biodiversidad sobre empleo verde apuntan a más de 3.000 puestos de la mano de la agricultura y la ganadería ecológicas, así como más de 2.000 de la mano de las energías renovables.
Importante es también la gestión y el tratamiento de residuos (1.676) y el tratamiento y depuración de aguas residuales (712), así como la gestión de las zonas forestales (778), la gestión de espacios naturales (667). La educación e información ambiental pueden tener un potencial de hasta 300 empleos, una cifra parecida a la que puede aportar la educación e información ambiental, mientras que el empleo ambiental en la industria puede ser de unos 220 y el I+D ambiental de 200.
Pese a que en algunas escalas las cifras siguen siendo tímidas, apunta la estrategia que a medio y largo plazo se prevé una aceleración del crecimiento, lo que se traducirá en un mayor peso del empleo verde en la comunidad. Lo atribuye al aumento del apoyo político y los incentivos económicos de la mano de este plan, además de una creciente concienciación entre consumidores y empresas.
Tanto CCOO como UGT apoyan la búsqueda de un nuevo modelo par Extremadura bajo el empleo verde, un elemento clave para mantener vivos el mundo rural según han puesto de manifiesto sus secretarios generales, Julián Carretero y Patrocinio Sánchez. Un modelo que también ha defendido la patronal extremeña, que coincide en que el potencial de la comunidad es bastante importante y puede ser un nicho de mercado viable.
Julián Carretero, de CCOO, destaca la apuesta por que haya en Extremadura un “verdadero pacto por el agua”, porque alrededor del agua se puede crecer y generar riqueza. Ha vinculado al agua el concepto de biomasa aplicado al bosque para potenciar la generación de empleo y con todo ello consolidar un modelo de desarrollo rural que fije la población al territorio.