Empleos temporales o por horas. Trabajos en ‘negro’ en algunos casos, y en otros sin tener unos mínimos de seguridad.
Las trabajadoras extremeñas tienen peores puestos de trabajo que los hombres y peores condiciones. Solo por el hecho de ser mujer, a lo que se une que ganan hasta un 20 por ciento menos de salario.
CCOO en Extremadura estima que una extremeña tiene diez veces más posibilidades de accidentarse y matarse en su trabajo que los hombres. Explica Concha Gómez, secretaria de Salud Laboral, Medio Ambiente de este sindicato, que aunque las estadísticas oficiales muestran más hombres que mujeres muertos en el ‘tajo’ la realidad es distinta. Es necesario analizar las estadísticas para descubrir que el paro entre ellas es mucho mayor, mientras que sus condiciones son infinitamente peores. Es una cuestión de desigualdad dentro de la salud laboral, porque una mujer se enfrenta a la brecha salarial o la doble presencia de cuidadora y trabajadora. Todos son elementos que sumando los riesgos.
Muchas por ejemplo trabajan en 'negro'. Los cálculos de UGT estiman de hecho que hasta el 50 por ciento de las empleadas del hogar en la región lo hacen en ‘negro’. La brecha de género se traduce al final en menos protección social, menores prestaciones por desempleo y pensiones y jubilaciones más bajas para las mujeres.
Más accidentes laborales
La ciudad de Mérida cuenta desde este miércoles con un monolito en recuerdo a los 462 extremeños y extremeñas que murieron trabajando en las últimas dos décadas. Se trata de la rotonda situada junto al recinto ferial, que desde cuenta con una inscripción en homenaje a las víctimas del trabajo. Junto al monumento se instaló este miércoles 462 lápidas en una performance que desea visibilizar a todas aquellas personas que murieron en el tajo, con motivo del Día Internacional de la Salud Laboral.
Advierte Concha Gómez, de CCOO Extremadura, que ha habido un repunte de siniestralidad en Extremadura respecto al año anterior. Así mientras que en el resto del país el índice de incidencia está sobre un cinco por ciento, en esta comunidad está sobre un ocho. Además mientras que la siniestralidad estaba en torno a un siete, “en Extremadura vamos por encima de un 10 por ciento”.
“Pensemos que no hay políticas públicas concretas, y este año por ejemplo no ha habido presupuestos hasta ahora, de manera que no ha habido recursos económicos. En muchos casos el hecho de que te accidentes o enfermes es una cuestión de suerte, no es una cuestión de seguridad porque no se invierte, no hay políticas públicas y no hay vigilancia sobre la situación empresarial que hay”.
Se refiere así a la presencia de un tejido empresarial muy pobre, muy débil, en el que además no se invierte en prevención porque lo ven como un coste no como una salvaguarda de la vida y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
En Extremadura tanto en 2015 como en años anteriores los accidentes mortales que más han aumentado han sido en el sector agrícola, sobre todo debido a vuelco de maquinaria o ‘atrapamientos’.
Tiene su explicación en que el parque de maquinaria está obsoleto, es muy antiguo. También en que hay trabajadores a los que le falta formación o información de cómo hacerlo y se producen muchos accidentes, y en muchos casos mortales, apunta CCOO. De manera que han aumentado los accidentes mortales en los últimos años.
El secretario regional de CCOO Julián Carretero aclara además que la cifra de 462 muertes es la que arrojan las fuentes oficiales. De hecho el sindicato eleva los muertos por encima de los 500 si se contabilizan a todas las víctimas que no estaban dadas de alta en la Seguridad Social y trabajaban en negro.
Carretero reconoce que aunque la Ley de Prevención de Riesgos Laborales ha ayudado a fomentar la cultura de la salud y seguridad en el trabajo, no lo ha hecho con la intensidad suficiente, dado que aún quedan flecos pendientes.