La Asociación Extremeña de la Empresa Familiar (AEEF) ha criticado la nueva Ley de Medidas Tributarias, Patrimoniales, Financieras y Administrativas aprobada por la Asamblea de Extremadura, ya que según ellos pondrá en dificultades la continuidad de sus negocios.
En un comunicado esta asociación recuerda que la mayoría de novedades se encuentran en vigor desde la pasada semana.
La nueva Ley afecta al Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, al de la Renta de las Personas Físicas, sobre el Patrimonio, sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y también a diversas tasas.
En concreto, señala que la ley suprime las bonificaciones autonómicas del 99, 95 y 90 por ciento establecidas para las adquisiciones inter vivos, manteniéndose exclusivamente para las adquisiciones mortis causa.
De esta forma, AEEF señala que se anula la reforma fiscal extremeña aprobada en febrero de 2015 y que posibilitó que se triplicaran las donaciones en la región.
Según el presidente de la Asociación Extremeña de la Empresa Familiar, José Piñeiro, la ley “será un freno para la economía en general”, ya que las donaciones en dinero suponen movimientos desde cuentas a plazo fijo, en general, que generan poco valor añadido, a posiciones dinámicas, donde dichos fondos se utilizan para realizar inversiones o poner el dinero en circulación.
Esta acción generan impuestos relacionados con la inversión y con el consumo.
Además, ha explicado que las donaciones en dinero “son absolutamente transparentes porque para que tengan validez deben documentarse en escritura pública, por lo que no existe riesgo de fraude”.
Donación de bienes
En el caso de que la donación sea en bienes, indica que “es aún menos entendible porque éstas generan aún más impuestos, de los cuales participan las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos”.
Piñeiro ha advertido de que la ley supone “un incremento de impuestos y de costes en general” y ha mostrado su preocupación por las consecuencias negativas que puede tener para muchas empresas familiares, que hasta ahora, también se han financiado gracias a donaciones y préstamos de la propia familia.
AEEF señala que estas operaciones tenían un tratamiento “muy favorable, como era de esperar en tiempos de crisis”, pero con esta nueva medida las empresas familiares se ven obligadas a acudir únicamente a financiación bancaria, con el consiguiente incremento de costes y de apalancamiento financiero.
Para Piñero, aunque es positivo el mantenimiento de la regulación del impuesto de sucesiones aprobada en 2015, “otros aspectos, como las donaciones, pueden dificultar considerablemente el desarrollo y la continuidad de negocios familiares”.
De hecho, el presidente de la AEEF ha recordado que las empresas familiares han soportado mejor la crisis e incluso han mantenido y generado empleo en los peores años.
En este sentido, señala que la empresa familiar es el motor de la economía extremeña y los datos oficiales lo sostienen, ya que el 91,5 por ciento de las sociedades mercantiles son familiares en Extremadura, generando el 85,2 por ciento del empleo y el 84 por ciento del valor añadido bruto“.
Por último, ha solicitado un marco fiscal estable que evite medidas improvisadas y, sobre todo, que no contenga medidas con carácter retroactivo, puesto que las decisiones empresariales se realizan en base a una planificación estratégica y con un escenario jurídico y fiscal determinado.