El Gobierno portugués rectifica y dice que Castelo Branco-Monfortiño será autovía

JL

7 de febrero de 2023 11:28 h

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El Gobierno portugués rectifica y tras la presión de la comunidad intermunicipal de la Beira Baja (Castelo Branco) anuncia que el diseño de la nueva carretera entre esa ciudad y la frontera de Monfortiño (junto a Moraleja y Zarza la Mayor, Cáceres) será con perfil de autovía, el itinerario complementario 31 (IC31).

Así lo ha anunciado el nuevo ministro de Infraestructuras, Joao Galamba, que semanas atrás sustituyó en esas competencias al anterior, Pedro Nuno Santos, que dimitió por un escándalo de indemnizaciones pagadas a una directiva de la compañía nacional aérea TAP.

Durante el mandato de este último se dijo que no todo el recorrido sería de cuatro carriles.

La nueva carretera y autopista de peaje unirá, cuando se haga, la también autopista A-23 a la altura de Alcains (Castelo Branco) con la frontera luso-española en las termas de Monfortiño, y si es así la Junta de Extremadura construirá el tramo de autovía que falta entre ese punto y Moraleja. Es un recorrido de unos 60 kilómetros.

La construcción de autovía en las partes española y portuguesa conformaría un largo enlace completo de alta capacidad entre Navalmoral de la Mata (en la A-5 Madrid-Badajoz) y Castelo Branco (capital del distrito del mismo nombre) a través de Plasencia y Coria, y sería un recorrido alternativo con algunos kilómetros menos entre Madrid y Lisboa.

“Lo más rápido posible”

“Avanzaremos”, ha dicho el ministro Joao Galamba en Castelo Branco el pasado viernes, “lo más rápido posible con la evaluación de un corredor alternativo para superar el problema que llevó al rechazo del anterior. Nuestro objetivo es de hecho completar lo antes posible la IC31 con perfil de autopista, creando así un eje transfronterizo fundamental en la articulación con la Junta de Extremadura. Lo importante ahora es garantizar que se hará el trabajo”.

Según el ministro, la garantía es firme: “Es un compromiso del presidente del Gobierno [Antonio Costa] y un compromiso del Gobierno”.

Sería una sucesión de recorridos por autovía entre Madrid y Lisboa; la A-5, la EX-A1 Navalmoral-Plasencia-Moraleja frontera, este nuevo IC31, la A-23 Castelo Branco-Alcanena y de ahí la A-1 vía Santarem hasta el Gran Lisboa, unos 620 kilómetros, con acceso más rápido a otros núcleos importantes portugueses como Leiría o Coimbra.

En cualquier caso no es para pronto, el ministro luso anuncia que las obras empezarían en 2025 pero los retrasos son habituales en las obras públicas de ese país, tanto en carreteras como ferrocarriles; además se trata de un anuncio político, aún sin presupuesto.

De momento hay una declaración ambiental positiva para un tramo; otro fue rechazado por Europa en su día.

En la zona, no obstante, hay oposición a un modelo autovía que impacte, y contra ello trabaja el movimiento Idanha Viva, ya que Idanha a Nova sería el municipio más afectado por este trazado.