Entienden que el acceso a la energía es un derecho. Por tanto tiene que estar en manos de las personas y no del oligopolio de grandes empresas. En el estado español ya existe una veintena de cooperativas de energía verde, que se decidan a comercializar electricidad de origen cien por cien renovable, y que suministran a miles de personas asociadas.
Varias agrupaciones presentaron la semana pasada este modelo en Mérida con el objetivo de conformar la primera cooperativa de consumo de energías renovables y limpias en Extremadura. El foro ha animado a las personas interesadas a dar un paso adelante, llamar su atención “y decirles que estamos aquí para ayudarles y acompañarles a través de la Unión de Cooperativas de Energías Renovables”, destaca Soledad Montero, que pertenece a las cooperativas de Andalucía y Madrid.
Su apuesta es el desarrollo de más asociaciones por más territorios, “unidas para ser más fuertes y compartir servicios comunes, lo que nos ayudará a impulsarnos más”.
Nuevo modelo energético
En el mundo de la economía alternativa ya existen cooperativas que promueven el consumo de productos ecológicos y locales, o la propia autogestión de las finanzas a través de la banca ética. Las cooperativas de energía verde son un paso más.
Apuestan por un nuevo modelo energético y la democratización de la energía. No tienen ánimo de lucro y nacen con la convicción de cambiar las cosas desde dentro. En estos momentos son consumidores, aunque en un futuro también aspiran a tener a sus propios productores.
Explican que en la actualidad España tiene un modelo eléctrico sobredimensionado, lo que significa que el potencial de instalación es superior a la demanda. Lo que hacen estas cooperativas es solicitar, también en el momento en que hay un excedente eléctricp, que la energía proceda de la fuente limpia y no la del carbón, por ejemplo. De modo que se está fomentando su uso y se está cambiandola dinámica.
Las decisiones se toman en asamblea, y en ellas se decide también a dónde van los beneficios en caso de que los haya. Por ejemplo para ayudar a la pobreza energética o para seguir generando su propia producción.
Un modelo disperso frente al centralista
Apuestan por las renovables y el autoconsumo. Frente al sistema centralizado tradicional de producción eléctrica fomentan las posibilidades actuales de captarla de manera dispersa, a modo de pequeñas cooperativas autosuficientes.
Se trata de una verdadera declaración de intereses que adquiere mayor relevancia ahora, con la subida de la factura de la luz, y con la presencia de muchas familias con verdaderos problemas para poder calentar sus viviendas o cubrir los mínimos vitales de energía.
Esta misma semana la Unión Europea dio la razón a los defensores del autoconsumo, algo que ellos celebran. La Comisión de Industria y Energía del Parlamento Europeo (PE) hay aprobado el informe parlamentario sobre energías renovables, que refuerza el derecho de los ciudadanos al autoconsumo energético que proponía la Comisión Europea y pide elevar del 27 al 35 % la tasa de energía renovable en la Unión Europea (UE) en 2030. No solo refleja el derecho del usuario al autoconsumo, sino que además apuesta por declarar ilegal el impuesto al sol del Ejecutivo de Rajoy.
Un nuevo modelo de consumo también
En el encuentro de Mérida también tomaron la palabra representantes de la plataforma por un nuevo modelo energético. Se trata de un movimiento ciudadano que defiende que el cambio no solo se realiza pasando de producir con energías fósiles a hacerlo con renovables.
Implica a su juicio un cambio en la forma de consumir, “de manera responsable, aplicando el ahorro y la eficiencia energética, y la participación ciudadana, lo que llamamos democratización de la energía”.