La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) espera que este 2022 se superen las 215.000 instalaciones en toda España, la mayor parte de ellas en hogares y pequeñas empresas. Y que hasta el 2025 se septuplique la energía autoconsumida en todo el país.
Instalar paneles fotovoltaicos es una de las opciones más escogidas para el autoconsumo porque reduce de forma considerable la factura de la luz y la dependencia de los cambios en las tarifas eléctricas, utilizando energía 100% renovable y libre de contaminación.
En concreto, “una instalación de autoconsumo pequeña de 2 kW para una vivienda media en un pueblo extremeño generaría un ahorro de hasta 700 euros al año en la factura de la luz según tarifas y evitaría unas emisiones una tonelada de CO2 al año”, tal y como informa la Agencia Extremeña de la Energía. La primera razón de peso para decir “sí” el autoconsumo, el ahorro.
En la región, está demostrado que el autoconsumo funciona y que es una inversión rentable ya que, actualmente, el registro total contabilizado desde el año 2013 alcanza las 3.778 instalaciones, con una potencia pico de 48,6 kWp.
La segunda de las razones es que el autoconsumo da más poder a los ciudadanos reconociendo el derecho a autoconsumir energía eléctrica renovable sin peajes ni cargos y permitiendo que puedan instalarse a nivel individual o de forma colectiva, por ejemplo, en una comunidad de vecinos, convirtiéndose de facto en una alternativa al suministro tradicional exclusivo desde la red.
Además, el desarrollo del autocosumo tiene beneficios para la economía, porque implica la creación de empleo directo, cualificado y local, y contribuye a fortalecer la competitividad de las empresas, tal y como apunta la Unión Española Fotovoltaica.
Asimismo, el autoconsumo genera competencia y aumenta la flexibilidad en el sistema eléctrico, lo que puede también derivar en una reducción de los precios finales de la energía.
Por último, y no menos importante, la quinta de las razones que nos llevar a apostar por el autoconsumo de energía es que será clave en la descarbonización de la economía española, así como en otros retos de carácter más transversal, como la reactivación económica tras la crisis sanitaria de la COVID-19, la transición justa, el reto demográfico y la economía circular, según explica la Hoja de de Ruta del Autoconsumo elaborada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Y así, y por todas estas razones, el autoconsumo se convierte en uno de los instrumentos más apropiados para luchar contra el cambio climático, reducir el impacto medioambiental de la generación eléctrica y a la vez una herramienta de democratización del uso y gestión de la energía.