Extremadura, líder en instalación de energía fotovoltaica en España con un tercio de la potencia del país, puso en marcha 23 nuevas instalaciones con 1.298 megavatios (mw) en 2022, que representan el 34 por ciento del total nacional, en un año en el que el autoconsumo experimentó una “eclosión” ante los elevados costes de la energía con 5.275 nuevas instalaciones autorizadas.
La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, que ha presentado el balance fotovoltaico de Extremadura correspondiente a 2022, ha manifestado que estos datos confirman la evolución “positiva” del desarrollo de la energía solar en la región que “por tercer año consecutivo lidera el despliegue fotovoltaico en España”.
De esta forma, la región dispone actualmente de 5.165 mw de potencia fotovoltaica puestos en servicio, que suponen el 27 por ciento de la instalada a nivel nacional, cifras que sitúan a Extremadura como “motor” de la producción de esta energía en el país. Según la consejera, por tercer año consecutivo “superamos el objetivo anual de poner en servicio en torno a 1.000 mw nuevos” con un incremento del 33,6 por ciento de la nueva potencia instalada respecto a 2021 y “seguimos siendo un destino preferente de inversión energética”.
En un escenario energético “convulso”, ha continuado García, Extremadura está contribuyendo “de manera destacada a asegurar la soberanía energética de España y Europa poniendo en servicio en torno a un 5 por ciento de toda la potencia renovable que se instala anualmente en la Unión Europea”.
De las 23 nuevas instalaciones en suelo extremeño, 14 (526,6 mw) están construidas en la provincia de Badajoz, mientras que las nueve restantes (770,9 mw) se ubican en la de Cáceres, entre las que destaca la de Francisco Pizarro, próxima a las localidades de Torrecillas de la Tiesa y Aldecentenera, con más de 479 mw de potencia. A éstas, se suman ocho (165,3 mw) que han sido puestas en servicio el pasado año y están pendientes de ser contabilizadas por Red Eléctrica de España, y otras ocho ya construidas (208) que se pondrán en servicio próximamente.
La instalación de las nuevas plantas ha supuesto una inversión de más de 900 millones de euros y ha generado 1.029 contrataciones directas a instaladores de placas solares que se suman a los 4.600 ocupados que, según la Encuesta de Población Activa (EPA), el sector del suministro de la energía eléctrica mantiene en la región.
Además, los nuevos proyectos producen un “efecto tractor” que genera empleo en otros sectores como la construcción y el transporte, así como ingresos fiscales para los ayuntamientos que, según ha estimado la consejera, en 2022 se situaron en unos 13 millones de euros.
Así, Extremadura cuenta actualmente con 186 plantas fotovoltaicas puestas en servicio en 93 municipios que ocupan 14.492 hectáreas, “a penas un 0,36 por ciento del territorio regional”, ha expuesto la consejera.
También hay 166 proyectos en tramitación con acceso y conexión a la red eléctrica, de los que 28 ya han iniciadas las obras, 74 cuentan con todas las autorizaciones para comenzarlas, y 64 se encuentran en fase inicial de tramitación.
En los últimos años la presencia de las fotovoltaicas en la comunidad “ha pasado del 10 por ciento en 2018 hasta casi el 50 por ciento que representa actualmente y supera a la suma de las potencias hidráulicas y nuclear instalada”, ha señalado García.
Asimismo, la consejera ha destacado que 2022 ha sido un año de “eclosión” en la autogeneración de energía solar, pues se han autorizado 5.275 nuevas instalaciones (46 mw) que suponen un total de 7.052 equipos de autoconsumo. La mayoría de éstas nuevas instalaciones, 4.784, corresponden a particulares, mientras que 419 se han instalado en empresas y 72 en administraciones públicas.
La “revolución” del autoconsumo representa una “importantísima” carga de trabajo para muchas pymes de la región, ha destacado García, quien a su vez ha adelantado que a lo largo de 2023 se duplicará la potencia instalada procedente de energía eólica, con 59,5 mw y de la biomasa, con 49 mw más en la planta de Logrosán.