Un año después de la mayor manifestación protagonizada por los extremeños, 40.000 personas en Madrid en noviembre de 2017 para reclamar un buen servicio ferroviario, la protesta ante la lentitud de los trabajos en la alta velocidad y las frecuentes averías de los trenes ha echado a la calle a miles de ciudadanos en una manifestación unitaria este domingo en Cáceres, convocada por el Pacto Social y Político por el Ferrocarril de Extremadura.
Los participantes han sido 15.000 según la Delegación del Gobierno, y 25.000 según la organización.
Gobierno regional, partidos políticos, sindicatos, empresarios, diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres, federación de municipios y algunas plataformas sociales, han afrontado una pésima jornada climatológica --lluvia, viento y bajada de temperaturas-, con un resultado satisfactorio según los convocantes teniendo en cuenta eso y los precedentes de cierta desunión que había en los días previos.
La manifestación ha partido a media mañana desde la estación de Renfe en Cáceres, y recorrido 1.300 metros a buena marcha -nadie quería mojarse demasiado- hasta el paseo de Cánovas, la avenida pulmón de la ciudad, donde en el quiosco de la música se ha leído un manifiesto a cargo de los directores de los dos diarios de papel de la región, Manuela Martín (Hoy, grupo Vocento), y Antonio Cid (El Periódico Extremadura, grupo Zeta).
La convocatoria, totalmente unitaria el año pasado en la plaza de España de Madrid un 17 de noviembre, se había resquebrajado parcialmente ante la actitud del PP de convocar por su cuenta otra este sábado en la capital española -300 personas según la Delegación del Gobierno en Madrid- ya que los populares creían que se debía reclamar igual que el año pasado en la capital y en esta ocasión ante el Ejecutivo de Pedro Sánchez, y también Podemos se había desmarcado acusando a PSOE y PP de ser los responsables del atraso crónico del sistema ferroviario extremeño.
La peor infraestructura de España
La Comunidad es la única de España sin un solo kilómetro de vía electrificada y tampoco hay un solo tramo de doble vía. Además los tiempos de viaje son los mismos e incluso peores que hace 30 años debido al estado de las vías: se tarda un mínimo de cinco horas y media en recorrer los 400 kilómetros que hay entre Badajoz y Madrid (no llega a una media de 73 km/h), y las averías y retrasos, cancelaciones de viaje y traslados en autobús son frecuentes.
En otros trazados internos siguen usándose vías y puentes del siglo XIX.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que ha estado recientemente varias veces en la región para abordar el asunto, ha reconocido esta mañana públicamente que la reclamación es justa:
Pese a la falta de unidad este año, la ciudadanía ha respondido habiéndose demostrado como conclusión que el tren se ha convertido en una reivindicación común y algo que une a los extremeños, siempre tan divididos.
Es la tercera protesta de este tipo en solo dos años: Badajoz en octubre de 2016, Madrid en noviembre de 2017, y esta.
Los manifestantes este domingo han expresado su protesta con pancartas en las que se leía “Papá, ven en tren, pero que llegue, no como los extremeños”, “No trenes viejos, no más basura, el tren nuevo ya y el AVE a Extremadura”, que han acompañado con banderas de la Comunidad.
En la marcha han estado el presidente socialista de la Junta, Guillermo Fernández Vara, el presidente regional del PP, José Monago, la presidenta de la Asamblea de Extremadura Blanca Martín, la portavoz parlamentaria de Ciudadanos, Victoria Domínguez, y dirigentes de otras organizaciones convocantes, entre ellos los presidentes de las diputaciones provinciales Rosario Cordero (Cáceres) y Miguel Gallardo (Badajoz).
En un tren especial Badajoz-Mérida-Cáceres fletado para la ocasión, en 150 autobuses, y en coches particulares, los extremeños se han reunido en Cáceres para una manifestación a la que ha puesto final el himno regional tras la lectura de un manifiesto a cargo de los dos periodistas mencionados.
En él se ha hablado de la necesidad de un buen servicio ferroviario para el futuro de la región, que tiene muy malas comunicaciones, y en particular para la economía y las empresas, también para el turismo.
En la actualidad está construyéndose una plataforma de alta velocidad pero de vía única y ancho ibérico y solo dentro de la Comunidad entre Badajoz y Plasencia, por lo que quedaría pendiente el tramo Plasencia-Madrid, plataforma que además no estará electrificada hasta 2020 como mínimo.
Esa línea de alta velocidad, eje estratégico europeo atlántico Madrid-Badajoz-Lisboa (con prolongación desde la capital española a París y Berlín) y financiado por la Comisión Europea, va muy retrasada debido, además de la escasa inversión desde Madrid, a las indecisiones habidas en Portugal que solo recientemente ha decidido impulsar su parte si bien con unas características inferiores a las líneas españolas Madrid-Sevilla o Madrid-Barcelona, y se espera que dentro de dos años esa línea de velocidad alta llegue a la frontera española (Badajoz) desde Évora.