El ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha reprochado los comportamientos “incívicos” de algunos ciudadanos con las normas de seguridad para evitar los contagios, y en particular de “los divertidos y graciosos vivalavirgen que se lo pasaron de película en la calle con la cerveza en una mano y con la cacerola en la otra mientras infectaban y mataban”
“Frente al esfuerzo, valentía y heroicidad de tantos que se expusieron al peligro para salvar vidas y facilitar convivencia, se sitúan esas otras personas, escribe en su blog, en una entrada titulada ”¡Los que van a morir os saludan!“.
Es un escrito en el que en general pide prudencia y uso de mascarillas en estos momentos finales del “viaje” que, haciendo la comparación con otro en coche, significa el proceso paulatino de reapertura social y económica; al igual que al final de un viaje largo en coche, en los kilómetros finales puede perderse la atención por confianza, podría pasar ahora con la Covid19.
Como el cinturón de seguridad
En ese sentido recuerda las reticencias que hubo cuando se hizo obligatorio el cinturón de seguridad en los coches, que al final ha salvado vidas, y rechaza las de ahora contra el uso generalizado del tapabocas: “Molesta los primeros días, pero, después de la primera semana de llevarla puesta, al salir de casa nos pondremos las mascarillas dentro del mismo acto reflejo de coger las llaves de nuestro domicilio”.
A su juicio, “existe el peligro de que los insumisos a la norma y a la mascarilla sean los responsables de que la pandemia reviva con toda intensidad y volvamos donde estábamos, pero peor”.
“Sería grave que por culpa de unos pocos se tengan que perjudicar muchos millones de personas y de euros. Pero más grave será saber que por culpa del incivismo de algunos, todos los muertos que fallezcan a partir del 25 de mayo recaerán sobre la conciencia de esos alegres desaprensivos que desprecian la lucha contra un enemigo letal”, añade el político socialista y miembro del Consejo de Estado.
En su opinión, “ya no será el coronavirus el que mate. Ya serán los ciudadanos que metieron el virus en el cuerpo de otros disparando un arma en forma de saliva cargada de veneno”.
Por ello ruega a los ministros y responsables de informar del estado del coronavirus, que cuando digan la cifra de contagiados y de fallecidos añadan: “Quienes no se pusieron la mascarilla y quienes no guardaron las distancias han matado y contagiado en el día de ayer a tantos y tantos españoles”.