La cría en cautividad y reintroducción del lince ibérico no solo ha salvado a esa especie de la extinción, sino que está contribuyendo a la recuperación del conejo y la perdiz roja, ya que se restablece una cadena natural en la que el lince merma la población de zorros y meloncillos, a su vez depredadores de esos otros animales.
La Dirección General de Sostenibilidad de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad ha participado en un estudio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC) sobre el lince ibérico, felino que se ha mostrado como un “gran aliado” de los ecosistemas y del sector cinegético en la región ya que controla a otros depredadores.
El estudio, cuyos resultados ha divulgado la Junta, concluye que la presencia del felino de nuevo en la península ibérica elimina hasta un 80 por ciento de otros depredadores de pequeño o mediano tamaño, como los zorros o los meloncillos, que se alimentan de conejos y perdices, especies “de elevado interés, principalmente en el ámbito rural”, y cuyas poblaciones han aumentado, según los resultados del estudio científico.
El estudio se ha desarrollado a lo largo de tres años, financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica, y ha demostrado cómo tras la reintroducción del lince ibérico en el Valle del Matachel (en el centro de la provincia de Badajoz) se produjo una reducción de la abundancia de zorros y meloncillos.
La actividad de un macho y una hembra territorial y sus crías en la zona de estudio supuso la desaparición de 19 zorros, 11 meloncillos, 3 garduñas y 1 gato asilvestrado al segundo año. Este cambio en la comunidad de carnívoros estuvo ligado a la recuperación del conejo y la perdiz roja en las zonas ocupadas por el lince. La reducción del consumo de conejo por toda la comunidad de carnívoros se estimó en el 55,6 por ciento.
El lince ibérico actúa como el principal depredador en la zona de estudio y, como tal, no tiene depredadores naturales y se sitúa en lo más alto de la cadena alimenticia, estructurando el ecosistema e impidiendo que los depredadores más pequeños invadan el territorio de los conejos.
Funcionalidad ecológica
Los científicos señalan según el Ejecutivo regional el “impacto positivo” que los programas de reintroducción y conservación ex situ del lince ibérico que lleva a cabo la Dirección General de Sostenibilidad de la Junta ha supuesto “no solo en el estatus de conservación del lince, sino también de la restauración de su funcionalidad ecológica”, para lo que también ha resultado fundamental la aceptación social de las reintroducciones del lince ibérico.
El objetivo principal de los programas de cría en cautividad del felino más amenazado del mundo que desarrolla un equipo de expertos de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad es “proporcionar un número suficiente de animales sanos para ayudar a restaurar la especie en la naturaleza.”
Programas que por otro lado sirven para mantener una reserva de animales como salvaguarda frente a una posible extinción, hasta que las condiciones de tamaño y viabilidad de la población silvestre hayan sido restauradas.
En el año 2002 la raza contaba con tan solo 94 individuos pero, gracias a diferentes programas de reintroducción y conservación, se ha conseguido llegar a casi 700 linces ibéricos.
En el año 2016, en colaboración con el Ministerio para la Transición Ecológica y el IREC-CSIC, la Dirección General de Sostenibilidad inició este proyecto de investigación en el que se monitorizaron ocho linces ibéricos (tres hembras y cinco machos) con collares en el valle extremeño de Matachel para analizar su comportamiento durante tres años.