La Junta de Extremadura prevé publicar la próxima primavera una nueva convocatoria de las ayudas al autoconsumo eléctrico en las viviendas y empresas, con una dotación de más de 2,3 millones de euros para financiar hasta un máximo del 40 por ciento de la inversión requerida.
Estos datos han sido facilitados este viernes pasado por la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad con motivo de la constitución de la Mesa para el Autoconsumo en Extremadura, en la que estarán representados los diferentes actores involucrados en este sector.
La creación de este órgano se enmarca en el Acuerdo Estratégico para el Fomento del Autoconsumo Eléctrico firmado el pasado 13 de noviembre por la Junta de Extremadura, las diputaciones provinciales, la FEMPEX, la CREEX y otras instituciones públicas y privadas del sector de la energía.
Se trata de “un paso más”, ha afirmado el director general de Industria, Energía y Minas, Samuel Ruiz, quien en declaraciones a los medios ha precisado que esta Mesa organizará todas las medidas de los próximos años “para que el ciudadano vea una única dirección”.
En este primer encuentro, entre otras medidas de actuación para fomentar el despliegue del autoconsumo eléctrico en la región, se ha acordado la puesta en marcha de un plan de formación dirigido al sector, además de jornadas informativas y un plan de promoción coordinado por todas las partes.
El director general ha insistido en las ventajas del autoconsumo eléctrico porque el sol constituye la energía más económica, “inagotable y limpia” y puede llegar a reducir, hasta en un 70 por ciento, el importe de la factura eléctrica.
“Desde el primer día está suponiendo un ahorro”, ha subrayado Ruiz, que también ha aludido a la reducción experimentada por los costes de inversión, con lo que cual la inversión que debe hacer el particular o la empresa se amortiza “en relativamente poco tiempo”.
Ha destacado además que la normativa actual ha derogado “el fatídico impuesto al sol que tanto daño ha hecho a los consumidores” y va más allá al permitir a los ciudadanos verter la energía que le sobra de sus instalaciones a la red y ser compensado por ello.
A su juicio, “el poder generar nuestra propia energía eléctrica es una auténtica revolución” que debe ser aprovechada.
“Los gobiernos solos no podemos, necesitamos que la ciudadanía conozca sus ventajas” porque en sus manos está luchar contra el calentamiento del planeta