El alcalde de Mérida Antonio Rodríguez Osuna ha participado en la ciudad chilena de Quilicura en el Seminario-Taller Internacional, “Migrantes y Refugiados: los derechos Humanos desde los Gobiernos Locales”, que se realizó bajo el paraguas de ACNUR y organizó la Universidad Central de Chile y el municipio de Quilicura.
Su objetivo era dar a conocer las experiencias y propuestas que se han llevado adelante por parte de municipios como el de Mérida, Upala y Desamparado (Costa Rica), Sao Paulo, Curitiva (Brasil), Houston (EEUU) o Quiklicura (Chile), además de construir propuestas en base a la definición de líneas de intervención estratégicas.
La intervención de Rodríguez Osuna se produjo en la Mesa de Experiencias Locales, que tenía como fin formular propuestas de políticas concretas que contribuyan a orientar el trabajo de los gobiernos locales en relación con la presencia de migrantes y refugiados en ellas.
El alcalde dividió su conferencia en tres apartados; se refirió al trabajo en el mundo local y la acogida de personas refugiadas, habló de la crisis de los refugiaos en Europa en un segundo apartado, y de la FEMP y su reto de coordinar a los municipios en la ayuda al refugiado.
Con respecto al primer apartado, Rodríguez Osuna subrayó que cada vez son más los gestores de las ciudades que reconocen la importancia de éstas en la atención y acogida de las personas refugiadas, entre otras cosas por la experiencia en relación a la acogida de población inmigrante, que han afrontado desde las políticas de servicios sociales: “Las migraciones son un fenómeno urbano, y son las ciudades quienes estamos en primera línea para responder a los retos de educación, vivienda y empleo”.
Se preguntó qué han hecho las ciudades europeas hasta ahora y qué les falta por hacer, respondiendo que, “las ciudades debemos ir más allá de proclamar su disponibilidad a la acogida y debemos intervenir en el debate público sobre cómo pueden ejercer mejor su papel en el sistema, y qué debe modificarse en el mismo. Debemos liderar este tema en nuestros países incorporando al debate público propuestas de reforma de la Ley de asilo”.
A la hora de hablar de recursos habló del papel de Mérida, con la propuesta del centro de refugiados, y recordó que la capital de Extremadura tuvo ya la primera Oficina de Atención a Personas Refugiadas en los Servicios Sociales.
“Las ciudades han hecho algo importante, han puesto sobre la mesa la cuestión del refugio, la protección internacional y los derechos humanos”, finalizó.
Con respecto a la crisis de los refugiados en Europa, el alcalde de Mérida quiso destacar que no hay buenos y malos, “porque la situación tiene una enorme complejidad política, jurídica, pero también ética y moral”, y sobre España dijo que, “es una sociedad solidaria y concienciada, que no aprecia en la inmigración en general un riesgo para los servicios públicos, y sin embargo un Gobierno perezoso a la hora de asumir sus compromisos y acoger más refugiados y más deprisa”.
Señaló que a veces se dice que la Unión Europea ha sido insolidaria y está violando los principios solidarios y democráticos fundacionales, y es porque se confunde a la UE con los gobiernos de sus países miembros que han sido, por separado o por acuerdos entre ellos, los que han tomado estas citadas y otras medidas restrictivas.
Recordó cómo cuando en primavera y verano de 2015 aumentó el flujo de refugiados, la Unión Europea propuso a sus estados miembros un reparto equitativo de la responsabilidad mediante el establecimiento de cuotas de refugiados por países, pero países como Hungría, Eslovaquia y Polonia, con un discurso muy agresivo, se negaron a acoger refugiados más allá de los que quisieran libremente: “Unos países se dieron prisa y otros, como España, están siendo perezosos en el cumplimiento de las obligaciones libremente asumidas. Ahora en todos los países miembros parece que se ha comenzado, aunque a ritmo lento, el cumplimiento de las cuotas.
En el último apartado de su conferencia, la FEMP y el reto de la coordinación municipal de la ayuda al refugiado, recordó la labor de coordinación de la Federación Española de Municipios y Provincias con las distintas administraciones españolas, para cuyo fin creó en septiembre de 2015 la Oficina de Coordinación Municipal de Ayuda al Refugiado.
En mayo de este año firmó con CRUZ ROJA, CEAR y ACCEM un acuerdo de colaboración en el que se favorece el intercambio de información y experiencias para impulsar un fortalecimiento entre todos, un mejor acceso de las personas migrantes y refugiadas al catálogo de servicios sociales y públicos locales, así como trabajar de forma conjunta para conseguir una sociedad inclusiva.
Igualmente la FEMP contempla la elaboración de un Protocolo municipal para la acogida e integración de las personas refugiadas en estrecha colaboración con la Red Española de Municipios de Acogida a Refugiados, creación que se aprobó de forma reciente por la Junta de Gobierno de la FEMP, a la que pertenece el alcalde de Mérida.