Cordobilla de Lácara, localidad a pocos kilómetros de Mérida, tiene algo menos de un millar de habitantes, mucha agua y encinares en su entorno y una tasa de paro que no baja del 20% desde hace una eternidad.
En estos días de verano muchos jornaleros del pueblo andan por Solana o Almendralejo en la vendimia; cuando llega la primavera se van a la recogida del corcho a montes de los alrededores. Es duro buscarse un jornal en Cordobilla.
Cuando el pleno del ayuntamiento de Cordobilla aprobó, el 1 de octubre de 2013, la convocatoria de un empleo como funcionario agente de la policía local, se despertó bastante esperanza en Cordobilla y en muchas localidades de Extremadura.
Paco Pepe, 30 años, reside en una gran ciudad extremeña, está parado y lleva cuatro años preparando unas oposiciones para ser agente de la policía local. Gimnasio, estudio, 100 euros mensuales para pagar una academia de preparación y siempre alerta a las convocatorias de plazas acá y allá. Paco Pepe se presentó a Cordobilla para tratar de obtener esa plaza de auxiliar, con un sueldo aproximado de 1.100 euros netos mensuales.
65 personas se inscribieron para realizar esas pruebas, tras mirar las bases publicadas en marzo. Finalmente, por unas u otras causas fueron excluidos 25 y quedaron 45 personas para realizar una prueba física, un test y un supuesto práctico, con el premio final de una plaza en propiedad.
El jurado, según aprobó el ayuntamiento, estaría presidido por un funcionario del propio municipio nombrado por el alcalde, la secretaria-interventora del Consistorio, un funcionario designado por la Junta de Extremadura, un funcionario elegido por otro ayuntamiento extremeño, y dos policías locales de alguna localidad extremeña. No hay duda de que con esa definición se abre un amplio margen a la discrecionalidad en los nombramientos de las personas.
Julián Hierro García, 28 años, a la sazón teniente de alcalde del ayuntamiento convocante fue uno de los admitidos en esas pruebas.
Hierro se presentó en las pasadas elecciones como candidato del Partido Popular a la alcaldía de Cordobilla de Lácara. Solo obtuvo un concejal, uno de los peores registros del PP en esa localidad. Ganó las elecciones el socialista Ángel Serván por pocos votos más que el independiente Antonio Cruz, pero quedaron empatados a tres concejales. El disputado voto del señor del PP inclinó la balanza y la alcaldía a favor de los independientes.
Pero a Julián Hierro no le fue demasiado mal su raquítico éxito político a cambio de su apoyo a los independientes se convirtió en teniente alcalde y desde esa privilegiada posición en la Corporación se presentó en julio a las pruebas para la plaza de agente de policía y sorprendentemente sacó el número uno.
“Nunca vi nada igual”
“Llevo mucho tiempo formando a profesionales en academias de policía y nunca, nunca, he visto que sacara la primera plaza una persona que no se ha preparado en una academia, que no tiene experiencia ninguna en oposiciones, que no tiene una titulación académica… nunca lo he visto y no me cuadra que pueda quedar por encima de 40 personas que llevan tres o cuatro años preparando esa prueba, y el hecho que encima sea teniente de alcalde del pueblo añade un aspecto muy poco ético a mi entender”, asegura el profesor de una academia extremeña.
“Me da vergüenza este tipo de hechos”, indica Paco Pepe, “en cuanto llegamos al pueblo para la prueba ya nos dijeron mientras tomábamos café, no perdáis el tiempo que no tenéis nada que hacer, luego, claro empiezan encajar cosas... Luego, las pruebas físicas fueron muy asequibles, la corrección del supuesto práctico es muy rara… Yo no voy a denunciar en los tribunales porque quiero presentarme a más oposiciones y no quiero lío, pero por la gente que se presente en el futuro, esto no puede seguir así; ¿es lógico que una persona que convoca la prueba como teniente alcalde, que es el jefe de buena parte del tribunal, se presente a una plaza?”, se pregunta Paco Pepe, que es un nombre ficticio, por temor , dice.