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A partir del 22 de junio una persona de Badajoz podría ir a pasar unos días a Huelva (ministra Ribera)

Efe / eldiarioex

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El Gobierno central piensa en crear corredores “seguros” a partir del 22 de junio para conectar las zonas que hayan pasado a la fase 3 de la reactivación por la pandemia, también con las europeas, según ha anunciado este sábado la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y puesto como ejemplo el desplazamiento desde Badajoz a Huelva.

Ribera, en una entrevista que publica El Periódico, es actualmente la ministra encargada del proceso de reapertura, en el que, según afirma en ese diario, la Generalitat ha mantenido una actitud más “prudente” frente a la posición del Gobierno de la Comunidad de Madrid, que ha optado por ignorar “la realidad”.

Ribera afirma que las zonas que hayan iniciado la fase 3 (que se inicia el 8 de junio), podrán recibir quince días después los primeros turistas por la creación, también a nivel europeo, de “corredores seguros”.

“Podemos imaginar perfectamente que un ciudadano de Badajoz pueda ir a pasar unos días a Huelva, pero a lo mejor los de Madrid no pueden -argumenta-. Eso es lo que en el espacio europeo llamamos corredores seguros, conectar zonas con un nivel de seguridad y probabilidad estadística de contagio equivalente tanto en el origen como en el destino”.

Puntualiza que, manteniendo todas las cautelas, con ese procedimiento “no tiene porque haber problema”. “En destinos o procedencia europeos es probable que se reproduzca ese mismo esquema”, avanza.

La ministra adelanta también que las zonas que alcancen la normalidad a partir del 22 de junio podrán recibir turistas.

La salud

Ribera indica que el diseño de las fases y los tiempos de su ejecución se basan en que “el Gobierno ha hecho una apuesta decidida por la salud de los españoles a la hora de ponderar los distintos bienes en juego, con la convicción, además, de que la recuperación de la seguridad sanitaria favorece que la recuperación económica se produzca antes que si hay dudas sobre cómo puede evolucionar el virus”.

A su juicio, ese principio puede derivar en que el plan español sea más lento que el de otros países pero objeta que, a cambio, “da seguridad y rapidez”.

“En otros países donde han ido un poquito más rápido están teniendo rebrotes, que generan también dudas en los inversores, entre los consumidores e incluso entre los turistas, que son una referencia importante para nuestra economía”, subraya.

En este sentido, explica que en los casos de Madrid y Barcelona, “es curioso como la reacción de los dos gobiernos autonómicos ha sido diferente”.

“Ha habido una actitud de prudencia por parte de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona -agrega-. En Madrid, después de una evolución bastante razonable, en línea con todos los demás, hubo un quiebro inesperado. Recordemos que por la mañana dijeron que no estaban para pasar y después de hablar con empresarios decidieron que abría todo y no se prestaba atención a la seguridad sanitaria, con los profesionales en contra. Es un planteamiento poco sólido”

Entiende la ministra que “la manera de resolver este asunto es reforzar lo que tienes que reforzar, no empeñarte en no ver la realidad”.

Ribera reitera que, a pesar de todo, “comportamientos cien por cien seguros no se pueden dar hasta tanto no tengamos tratamiento o vacuna, y hay mucha incertidumbre respecto a cuando va a ocurrir eso”.

Entretanto, narra, habrá que mantener “ciertas cautelas” como la distancia física entre personas o la limpieza de manos, unos hábitos, precisa, que supondrá un cambio en los países latinos, más dados a besarnos o abrazarnos.

Ribera señala que su participación en el plan de reactivación se decidió por el volumen de trabajo que tenía en ese momento el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pero que progresivamente, por la evolución de la pandemia, seguirá trabajando con él en el desconfinamiento pero también recuperando su propia agenda.