“Pido perdón a los placentinos, se merecen unas disculpas, las mías las tienen”. La avenida Martín Palomino es la principal entrada a Plasencia, a ella se llega desde Cáceres por la antigua N-630 y es una sucesión de naves industriales y comerciales a ambos lados con un tráfico intenso, a veces caótico, y peligroso. El perdón es del presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.
Perdón ha pedido este viernes porque entre el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central no han sido capaces de ponerse de acuerdo en su reforma integral pese a que se pide en la ciudad desde hace veinticinco años.
“Antes de dos meses”, ha dicho Vara, “tendremos cedida la responsabilidad para hacer la reforma de Martín Palomino en Plasencia; pido perdón a los placentinos, se merecen unas disculpas, las más las tienen, por el poteo de hoy allí, mañana allá, y pasado acullá, y ahora eso va a ser responsabilidad de la Junta”.