Ciudadanos no desaparecerá en Extremadura tras el batacazo electoral del 28M y centrará ahora su labor en los ayuntamientos en los que ha obtenido representación, para lo que ha planteado una reestructuración de su organización con dos agrupaciones provinciales con sede en Cáceres y Badajoz, respectivamente, y el cierre de su sede regional en Mérida.
Así lo ha anunciado este viernes el líder regional, Fernando Baselga, en una rueda de prensa en la que ha dado cuenta de la reunión que el partido mantuvo la tarde de ayer con la presencia del secretario de Organización nacional, Carlos Pérez-Nievas, para abordar el futuro de la formación y la decisión de no presentarse a las elecciones generales del 23 de julio.
De esta forma, el partido espera seguir “vivo” en la región con una infraestructura menor que previsiblemente retomará la actividad política “normal” para trabajar en su expansión y respaldar la labor de los compañeros que han obtenido actas de concejal, pero sin representación en las principales instituciones como el Parlamento regional y las Diputaciones, el próximo mes de septiembre cuando Madrid dará una repuesta tras estudiar la propuesta.
En cuanto a su continuidad al frente de la formación, Baselga ha puesto su cargo a disposición del partido para quien no será un “tapón si ve necesario hacer cambios” y ha asegurado que sus compañeros le han pedido que continuase pero se tomará el verano para decidir sobre su futuro y en septiembre anunciará si se mantiene o deja la vida política.
Sobre la elección de no concurrir a las generales, Baselga ha justificado esta elección porque es “imposible” recuperarse en un mes del pésimo resultado electoral propiciado, a su juicio, por la inclinación de la sociedad española hacia los proyectos del líder popular Alberto Núñez Feijóo y el socialista Pedro Sánchez apoyados por los partidos satélites de “la extrema derecha, la extrema izquierda y los independentistas”.
Después de la gran derrota electoral, no sólo en Extremadura, sino en el resto del país, se necesita tiempo para recomponer el partido y afrontar unas elecciones generales con la garantía de sacar representación, ha manifestado.
Ante esta situación, la mayoría de los miembros del Comité Ejecutivo coincidieron en que no compensaba concurrir a los próximos comicios aunque hubo algunas propuestas alternativas como la planteada por el propio Baselga para presentarse en aquellas circunscripciones donde existiera la posibilidad de obtener algún diputado, “pero Madrid consideró que eso iba a despistar aún más a la opinión pública”, ha explicado.
Según Baselga, “la gente ha optado por el voto útil porque está harta de Pedro Sánchez y eso ha arrastrado una ola a favor del PP y de Vox que son los que han obtenido mayor representación y se han llevado el Gobierno regional por delante”. “Nuestro partido ha decidido no apoyar a ninguna sigla en el 23J y los militantes tendrán, como ha sido siempre, libertad para votar a la formación política que decidan”, ha añadido.
A la caída en picado del partido se suma el “excesivo” gasto que supone afrontar una campaña electoral y, en este sentido, Cs quiere reservar su “colchón económico” para refortalecer el partido y sacarlo a flote de cara a próximas cita electorales, principalmente las europeas, aunque “también podrían ser las catalanas o cualquier otra”, ha dicho.
Una campaña electoral en convocatoria nacional, “por poco que gastemos, mínimo costaría un millón de euros, por lo que el partido ha decido que no compensa gastar este dinero”.
Pese a la complicada situación del partido, Baselga niega que Cs se haya planteado el cierre definitivo y ha afirmado que “el sentir general es que el partido va a sobrevivir” porque el espacio político de centro “es necesario sobre todo en momentos en que se va a producir una bipolarización que no va a traer buenas consecuencias para nadie”. “Los votos que hemos obtenidos supondrían dos eurodiputados y por lo tanto vamos a seguir peleando por ese espacio”, ha incidido.