Un pleno extraordinario en el mes de agosto con el propósito de aprobar una subida salarial de 3.926 euros anuales para el superintendente de la Policía Local se le ha vuelto en contra al tripartito de Badajoz, después de que uno de sus componentes, el exedil de Vox Alejandro Vélez, se haya alineado con PSOE y Unidas Podemos para votar en contra, aunque por motivos distintos.
El equipo de gobierno quería premiar al superintendente, Rubén Muñoz, con una modificación de su complemento de destino (pasando del 28 al 30) y del complemento de peligrosidad, lo que se habría traducido en un incremento de su nómina de casi 4.000 euros al año, por el trabajo realizado durante la pandemia. Pero para hacerlo posible, el Ayuntamiento estaba forzado a amortizar cinco plazas de trabajo, algo a lo que además se opusieron los sindicatos en la Mesa de Negociación. Las plazas afectadas eran dos de conductor de grúa, dos de guardas de poblados y una de peón de mantenimiento de Policía Local.
Precisamente en este punto es donde Vélez, que en la actualidad es concejal no adscrito, ha argumentado su oposición, puesto que dos de las plazas afectadas están bajo su competencia, ya que es el responsable del servicio de Poblados.
Vélez ha asegurado que no se opone a la polémica subida salarial de Rubén Muñoz porque “se ajusta a la legalidad”. pero ha criticado que el procedimiento no se ha realizado de la “forma correcta”.
Sin embargo, la oposición ha rechazado la propuesta del equipo de gobierno de Badajoz al entender que también se deben revisar los puestos de las 90 personas, entre funcionarios y personal laboral, que conforman la plantilla municipal.
Relación con Ciudadanos
No es la primera vez que el concejal de extrema derecha vota en sentido contrario al del Gobierno, pero sí es la primera vez que lo hace desde que Ciudadanos asumió el bastón de bando hace casi dos meses.
A principios de junio, cuando aún estaba al frente del tripartito el PP, Alejandro Vélez votó en contra de todos los puntos del orden del día, lo que hizo pensar que era una llamada de atención para Ciudadanos, que 15 días después debía enfrentarse a una sesión de investidura para gobernar la mayor ciudad de Extremadura hasta el final de legislatura.
Tras varias semanas reclamando la atención del portavoz de la formación naranja, Ignacio Gragera, PP, Cs y Vélez cerraron un acuerdo de investidura un día antes del pleno. Este documento contiene 31 puntos pero no está cuantificado económicamente.