María Guardiola se convertirá en la primera mujer que preside la Junta de Extremadura y su Gobierno pondrá en marcha políticas contra la violencia de género, a pesar de que en el acuerdo con Vox no se menciona esta lacra y solo se alude a “erradicar los discursos machistas”.
Según ha explicado brevemente este jueves en su discurso de investidura, la Junta elaborará un plan con medidas de sensibilización y prevención, y de detección de casos de violencia machista. “Ni un paso atrás”, ha prometido, al tiempo que ha asegurado que no permitirá que el dolor de las mujeres se use como arma política.
Sin embargo, Guardiola ha olvidado en su intervención la defensa de los derechos de las personas LGTBI y los inmigrantes, aunque ha mencionado de forma general que su Ejecutivo “garantizará los derechos adquiridos”.
La candidata del PP, que tomará posesión de su cargo el próximo lunes por la tarde en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, al igual que hizo José Antonio Monago en 2011, llegará a la Presidencia gracias a los votos de los cinco diputados de extrema derecha. PP y Vox firmaron un acuerdo de gobierno tras una negociaciones muy complicadas en las que Guardiola tuvo que recular y acabar ofreciendo una consejería, la de Gestión Forestal y Mundo Rural, a la formación ultra, a pesar de que en todo momento había asegurado que gobernaría en solitario para no incluir a un partido que calificó de machista, homófobo y racista.
“Mi falta de experiencia política me ha jugado alguna mala pasada”, ha admitido la inminente presidenta extremeña en alusión a la comparecencia pública en la que hizo saltar los puentes con la formación de Santiago Abascal al no ser capaces de llegar a un acuerdo durante la constitución de la mesa de la Asamblea, cuya Presidencia está en manos del PSOE.
Además, se ha vuelto a referir a ello cuando parafraseando a Manuel Chaves Nogales en la biografía novelada 'Juan Belmonte' ha admitido: “En las grandes ocasiones siempre digo algo inconveniente”, aunque ha asegurado que esa inconveniencia “no es otra cosa que compromiso, honestidad, arrojo y convencimiento”, a pesar de que finalmente Vox entrará en su Ejecutivo.
La líder del PP extremeña también ha anunciado que Igualdad desaparecerá como consejería del organigrama de la Junta y que esta materia dependerá directamente de ella, aunque este extremo ya se conocía, puesto que se recogía en el programa electoral con el que se presentó a las elecciones autonómicas.
En su discurso no ha realizado ni una sola mención al partido de extrema derecha, que se convertirá en su socio con un sillón en el Consejo de Gobierno. Tan solo al final ha subrayado que el PP y Vox “tienen claros los límites que marca el acuerdo firmado” y ha abogado por actuar con “respeto” anteponiendo lo que une a ambas formaciones a la discrepancias. Pero no se ha referido al acuerdo ni a las medidas que contiene. Más bien al contrario, el discurso de investidura para fijar la hoja de ruta de la nueva Junta de Extremadura ha sido más bien un resumen del programa electoral del PP en la región.
Pactos en sanidad, educación y financiación
Maria Guardiola ha garantizado un cambio “armonioso y conciliador”: “Una sustitución de siglas no siempre es una sustitución de políticas”, ha afirmado, y ha ofrecido tres pactos a la oposición sobre sanidad, educación y financiación.
En el primer caso, el PP quiere crear un nuevo marco de atención primaria para garantizar un modelo público sanitario. En educación ha salido en defensa de los centros concertados porque, según ha manifestado, garantizan la igualdad de oportunidades y la libre elección. Sin embargo, no ha aludido a la puesta en marcha del veto parental en las aulas, algo que se recoge en el acuerdo PP-Vox.
Guardiola se ha comprometido a “continuar con la senda de avances sociales” que impulsaron todos los expresidentes, a los que ha mencionado, y ha anunciado medidas para la igualdad en el empleo, los salarios y el desarrollo profesional de las mujeres. En concreto, ha dicho que se pondrá en marcha una estrategia de conciliación con el apoyo del sector privado para las tareas de cuidado y un registro de guaderías y centros infantiles, además deducciones fiscales para la contratación de profesionales en el ámbito doméstico.
Rebaja de impuestos
Por otro lado, el futuro Gobierno extremeño reformará el sistema tributario para reducir los impuestos y tasas, aunque Guardiola ha afirmado que la rebaja de la presión fiscal no supondrá una merma en la recaudación porque se reactivará el consumo.
Pero al mismo tiempo que los extremeños contribuirán menos con sus impuestos, la Junta de Extremadura exigirá inversiones al estado, tanto en lo referente a la financiación autonómica, como a la mejora y realización de nuevas infraestructuras, entre ellas la llegada del AVE y varias autovías de titularidad estatal.
Guardiola no ha mencionado en los alrededor de 75 minutos de su discurso la emergencia climática, pero sí se ha comprometido a revisar la normativa urbanística y ambiental para permitir iniciativas empresariales y frenar la despoblación: “La protección ambiental de la mayor parte de nuestro territorio dejará de ser un lastre a nuestro crecimiento”, ha advertido.
La agricultura y la ganadería también han sido objeto del discurso de investidura de la política extremeña. En este aspecto ha avanzado solo generalidades para garantizar la rentabilidad de las explotaciones, el relevo generacional y el empleo.
La cultura, que está generando tanta polémica en algunos de los gobiernos de coalición entre PP y Vox, no estará “a merced de los gustos mayoritarios y comerciales”, ha destacado María Guardiola: “Ni cancelaciones ni golpes en el pecho”, aunque los gobiernos de coalición de la derecha y la extrema derecha han impedido ya varias obras culturales.
“Malabarismo” para no mencionar a Vox
La desaparición de la Consejería de Igualdad en la Junta de Extremadura como tal, unas competencias que asumiría personalmente la inminente presidenta, la popular María Guardiola, es uno de los detalles de su discurso de investidura que más preocupa y menos gusta al PSOE, ha expresado su portavoz en el Parlamento autonómico, Soraya Vega.
Los socialistas consideran que Guardiola pretende “blanquear” a Vox porque en un “ejercicio de malabarismo” no ha mencionado a su socio a lo largo del discurso. “Si tanta vergüenza le da haber firmado el acuerdo con la extrema derecha, es ella la que ha puesto en marcha ese rodillo”, ha afirmado Vega.
El discurso de Guardiola, “cuento de la lechera, política ficción” para Unidas
El discurso de investidura de María Guardiola ha sido sido puro “cuento de la lechera, política ficción”, y ha pasado por alto deliberadamente que ella meterá a la extrema derecha de Vox en la Junta, ha valorado la portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel.
De Miguel también ha llamado la atención sobre la falta de referencia del PP a su socio de gobierno: “Yo que ellos me pensaría si voto a una mujer que se ha portado bastante mal con ellos y los ha ignorado absolutamente”.
Por su parte, el PP ha asegurado que supone una “garantía” que las competencias en Igualdad estén en manos de María Guardiola como presidenta de la Junta.
El portavoz de este partido, Abel Bautista, también se ha referido a la derogación de la Ley de Memoria Histórica, como han acordado PP y Vox: “Ninguna víctima ha de temer nada y estará reconocida en la Ley de Concordia que traigamos, ya que la actual no incluye el tiempo anterior”, el de la República según ha asentido a una precisión de un periodista.