La candidata del PP en Extremadura, María Guardiola, está convencida de que se convertirá en presidenta de la Junta pero aún no sabe cómo. Vox aspira a convertirse en su principal aliado pero se niega a mostrar sus cartas al igual que tampoco dio a conocer sus propuestas durante la campaña. Ahora mismo no existe ninguna relación entre el bloque de derechas ni la ha habido desde la celebración de las elecciones. Según ha desvelado Guardiola, el candidato de Vox, Ángel Pelayo Gordillo, ni siquiera la ha llamado para felicitarla por los resultados electorales del pasado domingo, cuando logró empatar con 28 diputados con el PSOE.
El PP comenzará las negociaciones con todos los partidos esta semana para intentar despejar la investidura aunque todo apunta a que será un proceso largo. El socialista Guillermo Fernández Vara ha anunciado que el PSOE presentará candidato porque fue el que ganó el 28M (6.200 votos más que el PP), aunque no logrará sumar con Unidas por Extremadura (UPE) y sus cuatro escaños.
Por su parte, Guardiola insiste en que quiere gobernar en solitario, algo tan poco probable como que haya un cambio de guion y Vara vuelva a ser presidente de la Junta. El PP no tiene más remedio que hablar con Vox, que ya ha advertido que harán valer cada uno de los cinco diputados con los que se estrenarán en la Asamblea en la nueva legislatura. La extrema derecha ha asegurado en la campaña que exigirá entrar en el Gobierno autonómico, aunque es verdad que existen otras opciones como obtener la Presidencia de la Cámara legislativa y representantes en la mesa para al menos ganar visibilidad y marcar la agenda.
De cara a estas negociaciones, la candidata del PP ha admitido que conoce los programas del PSOE y de UPE para poder negociar su abstención, pero desconoce las propuestas o exigencias de Vox. Aunque coinciden en políticas de rebaja fiscal, el bloque de derechas difiere en la defensa de los derechos sociales, a tenor de las exigencias que la extrema derecha ha planteado en otras comunidades. Según Guardiola, en las conversaciones con Vox no va a permitir retrocesos en ámbitos como el reconocimiento de la violencia machista, el aborto, la inmigración o los derechos LGTBI.
Esta postura le valió enfrentamientos con el portavoz de Vox en el Congreso, Iván espinosa de los Monteros, y un ejército de simpatizantes en las redes sociales, pero este miércoles ha vuelto a insistir: estos derechos “no están en cuestión ni lo van a estar”.
Es un órdago al partido ultra porque el PP quiere gobernar en solitario y ante un escenario de repetición de elecciones si no consigue los apoyos que necesita, responsabilizará a Vox del fracaso. Al igual que ha arremetido contra Fernández Vara por el cambio de discurso en apenas 48 horas al pasar de admitir la derrota y preparar su retirada a anunciar que “intentará” volver a gobernar Extremadura.
Aunque PSOE y PP han empatado en diputados, Guardiola ha insistido en que los extremeños “han pedido claramente un cambio”, por lo que la postura de Fernández Vara supone “poner palos en la rueda” para que haya un Gobierno cuanto antes. “Este es el último servicio de Vara al sanchismo, contradecirse para somerter a Extremadura al interés de Pedro Sánchez”, ha subrayado. Y es que el PSOE busca un calendario a favor que le permite al PP retratarse con Vox, literalmente y en sentido figurado, de cara a las elecciones generales del 23J.