Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La guerra judicial del PP y sus autonomías contra el Gobierno
Quirón exculpa a la pareja de Ayuso, aunque la jueza ve un posible perjuicio
OPINIÓN | 'El club de los expresidentes vivos', por Antón Losada
Sobre este blog

Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar

¿Eres tú quien elige o es el algoritmo el que te lleva de la mano?

El big data: desde fraudes tributarios hasta melodías para el estado de ánimo
30 de marzo de 2025 10:11 h

0

Programas de televisión, programas de radio, series, películas, podcasts, canales de you tube, blogs, prensa, instagram, tick toks… ¿somos conscientes de la cantidad abrumadora de contenido que se genera a nuestro alrededor? ¿Quién ve, escucha, lee tantas cosas?

Reparé en esto hace algunos días. Por casualidad me topé con una entrevista en la radio que le hacían a Almudena Ariza, periodista brillante, presentadora y corresponsal en la actualidad. Aludió a una serie documental, Alter Ego. La inteligencia invisible, producida por RTVE y presentada por ella y Carles Tamayo (youtuber, cineasta y periodista de investigación) que analiza el presente y futuro de la inteligencia artificial. Corrí enseguida a buscarla en internet y descubrí que era de 2023 Pero, ¿cómo no conocía su existencia? Una serie buenísima y superinteresante donde, a lo largo de tres episodios, se muestra la crónica de dos futuros posibles y antagónicos de la humanidad, basados en datos reales y en la opinión de expertos nacionales e internacionales. Por curiosidad hice un pequeño sondeo (nada representativo) entre mis allegados, y nadie la había visto ni había escuchado hablar de ella. En el proceso de búsqueda, descubrí además  que la televisión pública, la que pagamos entre todos, tiene programas, series, documentales de mucha calidad pero ¿quién los ve?

Lo comenté con mi hija mayor y también tenía la misma percepción. ¿Cómo se reparte la gente entre tanto contenido si el día tiene 24 horas y al menos 6 o 7 las pasamos durmiendo? Ya decía Joselito El Gallo que “hay gente pá to” pero ¿tanta?

La forma en la que consumimos contenidos audiovisuales ha cambiado muchísimo de unas décadas para acá. Atrás quedó la época en la que el televisor, ese gran aparato que ocupaba un lugar central, no solo entretenía, sino que también generaba momentos de encuentro, de disputa, por acaparar el mando, de discusión por sintonizar uno u otro canal y también de comentarios en torno al contenido retransmitido. El momento “noticias” era como sagrado, había que estar enterado de lo que ocurriría en el mundo. Y los capítulos de las series eran anhelados cada semana, aunque nos parezca increíble visto desde una perspectiva actual, donde estamos acostumbrados al maratón serial. Al día siguiente, en el colegio, en el trabajo, en el mercado… cualquier alusión a tal o cual programa o película emitido se identificaba con facilidad

Con la radio está pasando lo mismo. Yo soy una fiel radioyente, me levanto y me acuesto con la radio. Me gusta especialmente esa magia de saber que al mismo tiempo mucha gente situada en espacios diferentes está escuchando lo mismo que tú, lo que  crea una especie de camaradería o sentimiento de pertenencia. Pero, al menos en mi casa, ya nadie manifiesta interés por ese medio, es más, cuando la enciendo, percibo que produce cierta molestia.

Ahora difícilmente se coincide en tiempo y forma, y la televisión ya no ocupa ese papel central, más bien me atrevería a decir que  está derivando en irrelevante, sobre todo para los perfiles jóvenes.

Aunque si bien la gente (en general) no ve la tele, si ve Netflix o similar, no escucha la radio pero escucha podcast y no compra periódicos o revistas porque su centro de información ahora está en las redes sociales.

Al mismo tiempo estamos asistiendo a un consumo de contenidos audiovisuales experimentados cada vez más de manera solitaria, y ello por varias razones. Con la llegada de plataformas de streaming podemos ver lo que queramos y cuando queramos. Los horarios diversos y acelerados nos motivan en muchos casos a disfrutar de los programas favoritos en los propios dispositivos, ya sea en el sofá, en la cama o incluso en el transporte público. Finalmente, las redes sociales y la cultura de la inmediatez han fomentado un entorno donde se valora la rapidez y la individualidad consumiéndose contenido en pequeños fragmentos. 

Pero, ¿cómo se explica que con toda la variedad de contenidos audiovisuales que existen en las plataformas de streaming, en los podcasts,  en las redes sociales, las personas terminen viendo contenido muy similar pero diferente al de otras personas?

Aquí entran en escena los algoritmos, herramientas diseñadas para analizar nuestros comportamientos y preferencias en línea. Plataformas como Netflix, YouTube y las redes sociales utilizan estos sistemas para personalizar nuestra experiencia, sugiriendo contenidos que suponen que nos interesarán. Pero esto puede generar lo que se conoce como filtro  burbuja,  término acuñado por el ciberactivista Eli Pariser, para expresar que los usuarios están menos expuestos a puntos de vista conflictivos, y son aislados intelectualmente en su propio sesgo informativo. Además,  tienden a rodearse de contenido que refuerza sus creencias y gustos, compartiéndose y consumiendo contenidos similares dentro de un grupo, mientras que otros grupos pueden estar viendo algo completamente diferente. Esta segmentación puede llevar a que, aunque todos estén viendo algo popular, cada grupo tiene su propia versión de lo que es “tendencia”. Por una parte el efecto  puede ser beneficioso, ya que nos ayuda a descubrir nuevos programas y materias que de otro modo no habríamos encontrado, pero puede terminar ofreciendo una visión muy sesgada de la realidad. Es lo que Nuria Oliver (ingeniera de telecomunicaciones, experta en inteligencia artificial) señala como una de las amenazas de los algoritmos: “la  falta de diversidad”. 

Llegados hasta aquí, cabe preguntarse: ¿realmente estamos eligiendo lo que vemos, escuchamos o leemos, o estamos siguiendo las recomendaciones de un algoritmo que nos encasilla y nos aisla?

No estaría de más conocer algunas estrategias para evitar esos filtros burbujas: navegar en modo incógnito para evitar que se guarde tu historial y datos personales; borrar a menudo el historial de navegación; desactivar las cookies; utilizar otros buscadores…

Pero sobre todo, interactuar con personas y grupos con opiniones diferentes y activar el pensamiento crítico.

Sobre este blog

Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar

Etiquetas
He visto un error
stats