La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha defendido su asistencia a la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por “lealtad institucional” y al objeto de trasladarle “88 medidas para el progreso, la justicia y la igualdad” de la región.
“No pienso renunciar a decir lo que pienso y a llevar la voz de Extremadura a La Moncloa. Y eso es perfectamente compatible con, por supuesto, seguir trabajando para llegar a un acuerdo presupuestario en nuestra comunidad”, ha expresado Guardiola durante el pleno de la Asamblea.
Lo ha hecho dirigiéndose al portavoz del Grupo Parlamentario Vox, Óscar Fernández, quien le ha sugerido que no asista a la reunión con el “sátrapa” de Sánchez y se quede en la región donde “debería seguir intentando sacar adelante los presupuestos de Extremadura que falta hace”, porque “sería mucho mejor para los extremeños” y además “así no gastaría gasoil” ni se haría la foto “blanqueándolo”.
Fernández ha señalado que “no hay lealtad hacia el mayor corrupto que hemos tenido en la democracia española, aquel que ha cambiado impunidad por votos para mantenerse en La Moncloa”.
La jefa del Ejecutivo extremeño ha incidido en que no va a renunciar a transmitir a Sánchez esas reivindicaciones en materia de financiación, energía, infraestructuras, agricultura, regadíos, reto demográfico o servicios públicos, etc, para mejorar la vida de los ciudadanos de una región que ha sido “orillada y maltratada”.
Llevará un mensaje claro, que “el Gobierno de la nación tiene una deuda con esta región que no pueden seguir aplazando” y que no van a tolerar que los recursos que necesita esta tierra y que se merece vayan destinados “a engordar el separatismo catalán y al pago de favores, de privilegios y de investiduras”.
Además, ha pedido a Vox, que en la oposición está más a gusto“ y que abandonó el pacto de gobierno por razones ”peregrinas“ buscando el ”aplauso fácil de los suyos“, que elijan el bando de ”la seriedad y la gestión“ frente al del ”ruido“, el ”teatrillo“ y la ”sumisión al jefe“.