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Irene de Miguel: Gobernar con valentía

Decía Víctor Hugo que el futuro tiene muchos nombres, y que para los valientes ese futuro es sinónimo de oportunidad. No puedo estar más de acuerdo con él. Extremadura tiene en las próximas elecciones una oportunidad histórica. La oportunidad de transformar su futuro. De ser dueños de nuestro propio destino, aunque para eso hay que ser valientes.

Esta tierra está cansada ya de promesas incumplidas, de las mismas recetas de siempre que nos dan los mismos resultados de siempre, de las mochilas que llevan a cuesta sus dirigentes y que nos impiden avanzar. Hastiadas de las migajas que durante décadas llevan repartiéndonos grandes empresas a cambio de los jugosos beneficios que hacen con nuestros recursos. Y sobre todo, estamos hartas de ver cómo nuestros hijos tienen que hacer las maletas buscando un futuro lejos de aquí.

Ante esto, hay una Extremadura que no se resigna. Que lucha y pelea por su tierra. Una Extremadura valiente que exige soberanía, empleos dignos, servicios públicos de calidad y un futuro para la gente de aquí. Esa Extremadura es la que me inspira y la que me comprometo a encarnar.

Unidas por Extremadura es la única garantía de que se puede gobernar para la gente, para generar beneficio y bienestar aquí, no solo para ponerle alfombras rojas a aquellos que vienen a enriquecerse con nuestros recursos, y que ni siquiera tributan en Extremadura. Ya es hora de cambiar todo eso, y de afrontar los retos de nuestra tierra con decisión y coraje. Y para ello, me comprometo a gobernar con VALENTÍA.

Valentía para, por ejemplo, abaratar el recibo de la luz en nuestra tierra. No puede ser que produzcamos el 500 por cien de la energía que consumimos, y que mientras no tengamos un kilómetro de vía electrificada o que nuestras bibliotecas hayan tenido que cerrar este invierno por el alto coste del precio de la luz.

Valentía para garantizar servicios públicos de calidad, con independencia del lugar de residencia. Para garantizar que seamos atendidos por nuestro médico de cabecera en un plazo máximo de 48 horas. Valentía para, de verdad, bajar las ratios o para cambiar la concepción de los comedores escolares, universalizándolos para que sean gratuitos para todo el alumnado de primaria y secundaria y que se conviertan en un centro de desarrollo de nuestros productores locales.

Valentía, por ejemplo, para redistribuir la tierra, haciendo que los propietarios de las grandes fincas improductivas y los fondos de inversión que están acaparando grandes extensiones de terreno, dificultando de esta forma el acceso a la tierra, paguen más. Aporten más a la hucha común, porque es una forma de redistribuir la riqueza.

Valentía para decirle a Iberdrola que no puede seguir secando nuestros embalses para hacer beneficios con la energía hidráulica mientras compromete nuestro futuro. Valentía para mostrar a ciertos empresarios que no somos una tierra de sacrificio y que no vamos a permitir ni macrovertedero ni macroproyectos mineros que nos empobrecen y contaminan.

Son solo algunos ejemplos, valientes, de lo que nos vamos a comprometer a hacer. Ejemplos de valentía que no serían posible sin las personas que me acompañan en la candidatura autonómica, y que son un ejemplo de compromiso y de honestidad. Son el vivo ejemplo de que nosotras venimos a la política a servir, y no a servirnos.

Por eso, no puedo estar más orgullosa y agradecida de que gente como Joaquín, Jorge, Pai, Nerea, Carmen, María Belén o Daniel, entre otros muchos y muchas, hayan decidido dar un paso al frente y me acompañen en la lista de Unidas por Extremadura. Con ellas y ellos, vamos a gobernar con valentía para convertir el futuro de Extremadura en una oportunidad de riqueza, bienestar y desarrollo.

 

Irene de Miguel

Candidata de Unidas por Extremadura a la Presidencia de la Junta