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PERFIL

Miguel Ángel Gallardo, el socialista extremeño que siempre gana

Miguel Ángel Gallardo (1974) está acostumbrado a ganar. Es desde 2003 alcalde de su ciudad, Villanueva de la Serena, donde ha hilvanado mayorías absolutas. En las últimas elecciones municipales consiguió el 62% de los votos el mismo día que el PSOE perdía la Junta de Extremadura. Ahora ha conseguido el último reto que se ha propuesto: convertirse en el sucesor de Guillermo Fernández Vara en la Secretaría General del partido y, por lo tanto, en líder de los socialistas extremeños. Pero se trata solo de un medio para su principal objetivo que es convertirse en 2027 en presidente del Gobierno autonómico y desalojar a PP y Vox.

Quienes le conocen hablan de su ambición, “en el buen sentido”, y de su constancia, pero también hay quien teme su determinación porque “hay pocas cosas y pocas personas que se le ponen por delante”, algo que saben bien en Villanueva, en la Diputación de Badajoz, donde es presidente desde 2015, y ahora lo sabrán en el PSOE de Extremadura: “No creo en los pasteleos”, ha dicho durante las primarias cuando le han preguntado si estaría dispuesto a integrar a la candidatura contraria, la de Lara Garlito.

Por lo tanto, es de esperar un desembarco de perfiles afines a Gallardo en los órganos del PSOE y un partido personalista, es decir, que será el responsable de las victorias pero también de las derrotas porque el nuevo secretario general ha dejado claro que no le importa asumir riesgos en su carrera política.

Ya los asumió en 2021 cuando se propuso, junto al entonces alcalde de Don Benito, José Luis Quintana, impulsar la fusión con Villanueva de la Serena. El resultado del referéndum celebrado el año siguiente fue claro pero un sentimiento muy localista surgido con posterioridad y un cambio de opinión en el PP dieron al traste con una unión que habría dado lugar a la tercera ciudad de mayor tamaño de Extremadura.

Habría supuesto una hazaña no solo por la importancia económica y social de la fusión, sino porque sería alcanzar el éxito donde tantos otros alcaldes fracasaron al querer hermanar a dos ciudades con numerosas rencillas históricas. Por ello, compañeros del partido vieron en este propósito, en el que se involucró hasta el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un intento de Gallardo de ganar posiciones ante una posible retirada de Fernández Vara, que finalmente decidió presentarse a las elecciones de 2023.

El presidente de la Diputación, muy crítico con la decisión del entonces presidente de la Junta, la llegó a calificar como un “error” en público, pero antes lo hizo en privado, en el seno del PSOE regional, por lo que Gallardo presume de su lealtad a una organización que ahora estará en sus manos, primero para hacer oposición a María Guardiola y luego para volver a tocar poder en la Junta de Extremadura.

A su favor Gallardo tiene la gestión de más de cuatro lustros en Villanueva de la Serena y de casi nueve años en la Diputación de Badajoz. De ahí, su apego al municipalismo, que quiere potenciar en el partido. En contra, que el nuevo líder de los socialistas extremeños se maneja bien en el poder, pero el frío que hay en la oposición es un escenario que por ahora desconoce.