El cierre del viaducto ferroviario del Almonte permite liberar un tramo de la alta velocidad extremeña

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha declarado este jueves que el cierre del arco del viaducto del río Almonte “permite ya hablar de la liberación de un tramo de cara al corredor ferroviario extremeño”. A su juicio se trata de una de las actuaciones actuales “más importantes” de la ingeniería española y refleja “la posición de liderazgo de España en materia de ferrocarril”.

Tras visitar las obras junto al presidente de la Junta, ha subrayado que el viaducto, considerado “el más alto del mundo” y perteneciente al corredor ferroviario de Alta Velocidad Madrid-Extremadura, es “un ejemplo de la importancia del la ingeniería civil y del ferrocarril en España”.

“Extremadura debe enorgullecerse de tener una infraestructura tan emblemática”, ha remarcado De la Serna, quien junto al presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha visitado las obras de dicho viaducto, cuya inversión es de 60 millones de euros.

De la Serna ha destacado el trabajo de la empresa Arenas Asociados, que ha realizado esta obra, y ha destacado otros de sus trabajos, como el Arco de la Barqueta de Sevilla o el Tercer Milenio de Zaragoza. Una empresa que conoce, según ha manifestado, porque él mismo trabajó durante un tiempo para ella.

Para el ministro de Fomento, el ferrocarril es sinónimo de “progreso”, “un sector productivo tan importante para este país que nos va a dar muchas alegrías de cara al futuro económico y de generación de empleo”.

“Una deuda con Extremadura”

Por su parte, Vara ha agradecido al ministro que haya visitado Extremadura para conocer las obras de primera mano y ha afirmado que para la comunidad “el ferrocarril es una prioridad”.

Advierte que España como país tiene una deuda con Extremadura como autonomía que se llama ferrocarril, y ha destacado que ésta no será saldada hasta que la comunidad no cuente con un ferrocarril decente.

Según ha dicho se está permanentemente compitiendo en términos de crecimiento y de riqueza o empleo entre comunidades, algunas con trenes del siglo XXI y Extremadura con uno del siglo XIX, una batalla desigual, ha añadido, que es preciso reconocer y tener en cuenta.

Se ha preguntado qué ha hecho Extremadura para que una persona tarde dos horas y media en recorrer los 600 kilómetros que separan Barcelona de Madrid y seis horas para los 400 que discurren entre Madrid y Badajoz.

A su juicio contar con un ferrocarril digno en la región no solo beneficia al turismo y permite viajar, sino que contribuye a desarrollar un territorio, ordenar y cohesionar un país y también favorece la propia cohesión interna de la región. Así, ha insistido en la imperiosa necesidad de que Extremadura cuente con un tren apropiado que le permita competir con el resto de regiones en condiciones de igual.

El viaducto

Con una longitud de cercana a los 1.000 metros y proyectado con un vano central “tipo arco” de 384 metros, el viaducto sobre el río Almonte se sitúa con una altura que supera los 100 metros sobre el nivel medio del embalse de Alcántara.

Este viaducto se localiza dentro del subtramo “Embalse de Alcántara-Garrovillas”, de 6,3 kilómetros de longitud y discurre por los municipios de Garrovillas de Alconétar y Santiago del Campo.

Esta posición, ha dicho el ministro, está refrendada por la experiencia que “nos da ser el segundo país con mayor extensión de líneas de ferrocarril después de China”.

Otro ejemplo es según dice que las empresas españolas estén compitiendo con éxito en los principales contratos del mundo, como es el caso del AVE Medina-Meca. Asimismo, ha destacado la ingeniería utilizada, como hormigones especiales de altísima resistencia y “elementos que le hacen compatible y sostenible con un entorno de un gran valor ambiental”.