El fundador del Movimiento de Software Libre, Richard Stallman, ha defendido en Cáceres el “deber” de las administraciones públicas de usar estos programas informáticos, frente al software privativo y así “no rendir el control de su informática a las manos privadas”.
El líder de este movimiento, iniciado en 1983, para que los usuarios tengan el control de los programas, ha ofrecido este viernes en la Escuela Politécnica de la Universidad de Extremadura (UEX) en Cáceres una conferencia titulada “Por una sociedad digital libre”, en la que ha hablado de las amenazas a la libertad de los usuarios de esta tecnología.
En declaraciones previas a la charla, Stallman ha afirmado que usar programas privativos en centros públicos es “incumplir el deber del Estado ante el pueblo”, a la vez que se ha referido a Extremadura como una región que “era” pionera en el apoyo al software libre en la época de Juan Carlos Rodríguez Ibarra como presidente.
Para Stallman, Ibarra mantuvo una “postura ética de principios” a favor de estos programas, pero, con su retirada, sus sucesores no apoyaron estas ideas y, más tarde, “el PP acabó casi totalmente con el software libre en el Estado”.
Asimismo, se ha mostrado contrario al término “código abierto”, que otros informáticos promulgaron en 1998, refiriéndose a los programas “libres” pero “olvidándose de la filosofía” de software libre.
Cuidado al subir fotos
El propulsor del sistema operativo GNU/Linux ha comenzado su conferencia recomendando a los cerca de 200 estudiantes a no subir las fotos y vídeos que realicen a las principales redes sociales, y que si lo hacen sea a través de codificaciones abiertas y descargables, sin software privativo.
A su juicio, el software libre “respeta la libertad y la comunidad de usuarios” y ha dicho que no es una cuestión de “precio” sino de “libertad”, puesto que no está en contra de la compra-venta de programas.
A su juicio, se trata de que el usuario tenga el control de programa y no el programa del usuario, algo basado en “cuatro libertades”, las dos primeras individuales: que el usuario pueda ejecutar el programa como quiera para cualquier fin y pueda estudiar el código fuente y cambiarlo.
Además, para que sea software libre, éste debe permitir realizar copias exactas “para venderlas o regalarlas” y copias de las versiones modificadas para el mismo fin.
A su juicio, si falta alguna de estas libertades no se considera software libre, sería “privativo”, un tipo de software que ha instado a los universitarios de la Politécnica a no desarrollar por dinero, pues “no es excusa”, ya que esta misma justificación, ha afirmado, podrían utilizar “los ladrones o los políticos corruptos”.
En cuanto a las “funcionalidades malévolas” de ciertas aplicaciones, ha dicho que “hasta la aplicación de la linterna nos espía”, ya que “trasmite información a sitios web”, a la vez que ha recalcado que “nadie tiene el derecho de saber qué miro o escucho”, en referencia a los proveedores de música y películas en internet.