Este espacio natural está formado por cinco castaños centenarios situados en un antiguo huerto cercano al arroyo del Temblar.
Las hermanas Villares Blázquez, dueñas de la finca, han explicado en una nota que el hecho de acotar un periodo de tiempo en el que los castaños no se podrán visitar tiene como fin principal “evitar los abusos que se han cometido” en los últimos años en la cosecha de castañas de esta propiedad y otras colindantes.
En este sentido, han anunciado que entre el 1 de octubre de 2015 y el 10 de enero de 2016 está prohibida la entrada al recinto donde se encuentran los castaños centenarios.