Los sanitarios extremeños no disponen de equipos de protección suficientes

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Los sanitarios de Extremadura no disponen de equipos de protección individual (EPI) suficientes, ni tampoco abundan las mascarillas por lo que en algunos casos disponen de una para diez horas, reutilizable si la lavan con lejía, y parte del personal no tiene acceso a ellas.

El consejero de Sanidad, José Vergeles, ha admitido esta mañana la escasez de material.

“Estamos haciendo lo posible e imposible para que el Ministerio de Sanidad nos permita disponer de equipos de protección para nuestros trabajadores sanitarios y del sector sociosanitario, pero hay un desabastecimiento mundial y aunque tuviésemos todo el dinero del mundo no podríamos comprarlo.

“Estamos intentando fabricarlos, ponernos en contacto con empresas para que nuestros profesionales puedan estar trabajando en las mejores condiciones”, terminaba el consejero, en un comunicado público.

El SES admite que de esos equipos, y para el personal que “lo necesita”, “estamos justos”, por lo que no hay para otros profesionales que los están reclamando. Hay mucha preocupación entre los trabajadores, incluidos los de ambulancias.

De los 194 contagios que se han producido hasta ahora en la Comunidad, 36 son de sanitarios.

Reapertura del suministro asiático

Posteriormente a esas declaraciones del consejero, el Servicio Extremeño de Salud, ante la situación nacional e internacional de desabastecimiento de material sanitario de protección, ha lanzado según afirma una serie de recomendaciones para los profesionales sanitarios en aras de que se sea muy riguroso con los protocolos establecidos para la utilización de dicho material.

El Ministerio de Sanidad, añade, está gestionando compras centralizadas ya que “el corredor de suministro con los principales fabricantes asiáticos de estos materiales se ha vuelto a abrir y en los próximos días mejorará la situación. Sin embargo, hasta que eso se produzca la situación de falta de material puede agravarse”.

El SES ha agradecido la solidaridad de instituciones como la Universidad o colegios profesionales y entidades privadas que han puesto a disposición del SES el material del que disponían que, “no siendo mucho, tiene un valor incalculable”.