Queda mucho por hacer. En cuestión de diversidad sexual parece que el avance legislativo no tiene por qué ir de la mano del social.
Hablan los datos por sí solos. Acaba de cumplirse un año de la aprobación de la Ley extremeña LGTBI y en este periodo han aumentado los casos de homofobia en la región. Fundación Triángulo ha atendido seis personas agredidas por su condición sexual. Lo más preocupante es que cuatro de ellas, además las situaciones más graves, se han producido en Cáceres.
José María Núñez, presidente de Triángulo, confirma que una de las agresiones ha ocurrido en Olivenza (Badajoz), junto a otra en un colegio concertado de la ciudad de Badajoz.
Se unen otras cuatro en Cáceres capital con diferente nivel, intensidad y gravedad, teniendo lugar todas en la calle y por parte de jóvenes. En concreto se trata de una pareja de chicos que caminaba por un parque, junto a otros dos jóvenes, un chico y una chica, siendo estas dos últimas en los alrededores de la plaza de toros cacereña. En estos casos ha habido violencia física.
¿Cómo puede haber un repunte homófobo?
La primera pregunta que a cualquiera le viene a la mente es: ¿Cómo puede haber un repunte homófobo en pleno 2016? Como apunta el presidente de Triángulo, está claro que el DOE solo cambia las mentalidades a largo plazo, y el mejor ejemplo es la igualdad entre hombres y mujeres, “así que me temo que nos queda mucho trabajo por delante y mucha pedagogía que hacer”.
A su juicio las agresiones se explican en parte porque hay una mayor visibilidad como colectivo social, “que hace que algunos empresarios o personas homófobas o tránsfobas reaccionen de manera mucho más airada ante situaciones que antes ni conocían”. “Y porque al fin y al cabo los cambios legales que hemos vivido, aunque son importantísimos, necesitan mucho tiempo y trabajo para traducirse en evolución sociológica”.
Por su parte Extremadura Entiende explica que en el último año han atendido sobre todo casos de violencia doméstica. En concreto mujeres que al reconocer su orientación sexual se ven presionadas por su entorno familiar con el objetivo de que renuncien, “que rectifiquen” literalmente, según explica Marisa González, vicepresidenta de Extremadura Entiende. Con ellas han realizado la escucha activa y el refuerzo. El 'empoderamiento'.
Planes de actuación
Fundación Triángulo hace hincapié en la necesidad de profundizar en el desarrollo de iniciativas e instrumentos contra la homofobia, la bifobia y la transfobia a nivel local. Para ello están manteniendo reuniones con alcaldes y representantes de corporaciones locales.
Están diseñando un plan de actuación a partir de estas demandas, al margen de acompañar a todas las víctimas en la medida en que se le ha requerido. Ya han solicitado reuniones con la federación extremeña de municipios y han pedido reunirse con los cuatro grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Cáceres, un caso que quieren abordar de inmediato.
“Especialmente nos preocupa Cáceres, donde vamos a intensificar la acción local desde nuestra sede en la Calle Viena, y donde estamos reclamando un Plan Local contra la homofobia, bifobia y la transfobia en la ciudad. No nos parece irrelevante que de seis denuncias cuatro sean en la ciudad de Cáceres. Así se lo hemos planteado a la alcaldesa Elena Nevado”.
Un año de la ley LGTBI
Los colectivos LGTBI de Extremadura hacen hincapié en que la norma aprobada hace ahora un año por unanimidad es un referente para el desarrollo de legislación similar en Madrid o Andalucía, e incluso a nivel internacional.
Un antes y un después en la legislación sobre derechos de identidad y orientación sexual, “como prueba el hecho de que a partir de la aprobación del texto, sea este el que fundamentalmente sirva de base para el desarrollo de legislaciones similares actualmente en marcha en Madrid, Andalucía, Castilla León y Castilla la Mancha”, según destaca José María Núñez, uno de los impulsores del texto.
No obstante ahora toca llenar la norma de contenidos. Porque una ley sin su traducción a la realidad corre el peligro de quedarse en papel mojado. Tanto Triángulo como Extremadura Entiende están implicados en el proceso reglamentario de la ley, y en este proceso esperan que se pongan en marcha los protocolos de atención a transexuales e intersexuales que van a modificar el trabajo que se está realizando en algunas áreas sanitarias, o aspectos relacionados con los servicios sociales de base o los centros educativos.
Es necesario igualmente un plan específico e integral sobre Educación y Diversidad LGBTI, y otro interdepartamental para la coordinación de todas las acciones a desarrollaren todo los departamentos, direcciones generales, consejerías y servicios implicados, que son múltiples y diversos, según detalla el responsable de Triángulo.
Un observatorio extremeño
Ya ha sido elaborado un borrador del Observatorio Extremeño contra la discriminación LGTBI, en un trabajo conjunto de los colectivos de Extremadura y los equipos jurídicos de la Junta. Será un órgano colegiado, interlocutor entre las entidades que trabajan en defensa de la diversidad sexual, la sociedad civil y la administración.
Este órgano recogerá estudios para el reconocimiento de los derechos y para tratar los problemas de las personas. También para recoger recomendaciones con la administración pública, informes de agresiones y propuestas de cara al futuro, según pone de manifiesto esta activista. Se trata de un órgano de participación, solo se pueden dar recomendaciones y cauces de información, con el objetivo de resolver los problemas. De modo que puede dar recomendaciones, según apunta Extremadura Entiende.
Aunque queda por trasladar a la práctica prácticamente todo el contenido de la ley extremeña, Marisa González, de Extremadura Entiende, destaca el hecho de que su puesta en marcha sí ha servido por ejemplo para respaldar a menores que se han enfrentado a casos de homofobia y acoso escolar. La norma les ha amparado. También ha servido a Triángulo para abordar las agresiones homófobas.
En materia de mujeres la ley recoge la necesidad de acompañamiento de las administraciones públicas, dar apoyo a aquellas que sufren presiones en el ámbito familiar o social, la misma asistencia que se da a las víctimas violencia de género.