Los refranes y la sabiduría popular están llenos de alusiones al mundo animal para hablar de sentimientos o estados emocionales. “En nuestro foro interno sabemos que los animales sienten y son capaces de tomar decisiones sobre sus propias vidas, y eso se refleja continuamente”, defiende Carmen Ibarlucea, activista y mujer comprometida en la defensa de los animales.
El debate sobre los animales llegó al Congreso de los Diputados, donde salió adelante una proposición con la modificación del Código Civil para que los animales dejen de ser considerados cosas. La reforma presentada por el PP implica eliminar su 'cosificación' jurídica para definirlos como “seres vivos dotados de sensibilidad”. Hasta ahora eran 'bienes muebles' que podían incluso ser embargados.
La noticia ha sido bien recibida por los colectivos animalistas de la región, que piensan que el cambio será “un antes y un después para los animales”. Así lo destaca la protectora Salvemos los Animales de Mérida (SAM), que valora que salga adelante en las Cortes de manera unánime, “una gran, enorme noticia que nos llena de esperanzas”. “Hay mucho camino hasta que se reformule la ley pero ya está ahí, ya fue admitida a trámite”.
“Queda mucho por hacer”
Para Carmen Ibarlucea, activista y miembro de Ecologistas en Acción, el cambio es positivo. Aplaude que tome conciencia en torno al mundo animal, “aunque lamentablemente creo que la sociedad no está sensibilizada por completo”. Cree que queda mucho aún por avanzar, también en Extremadura.
Explica cómo hay gente que sigue mirando a los defensores de los derechos de los animales como personas a las que les ‘falta un tornillo’. Gente que afirma que la defensa animal es una somera 'tontería'. Así destaca que la reforma del Código Civil es una llamada de atención para todos “los estratos sociales de algo que ya sabíamos”.
También apunta a una ‘curiosa’ contradicción, por la que se protege a unos animales y se mantiene la fiesta de los toros, con subvenciones públicas incluidas. Pone de manifiesto la contradicción de que el PP promulgue esta modificación, al mismo tiempo que lleva al Supremo la ley balear contra la tauromaquia.
¿Qué pasa con los toros?
Virginia Iniesta, veterinaria y miembro de la asociación de veterinarios contra la tauromaquia (AVATMA), piensa que la medida se queda corta, “porque estamos reconociendo la sensibilidad de los animales mientras se protege la tauromaquia”. Cuestiona si es compatible reconocer que los animales tienen capacidad de sentir dolor y sufrimiento, mientras mata a los toros en las plazas.
Es un dilema, donde se superponen los derechos de los animales de compañía frente a otros como los toros. “Pero no olvidemos que los toros de lidia son animales domésticos, tienen un propietario, se compran y se venden. Se rigen por la ley de la oferta y de la demanda”.
No obstante, reconoce que el cambio supone un avance, porque por ejemplo en el caso de una explotación agropecuaria, al ser entendidos como cosas los animales podían ser embargables.
También advierte que la medida llega tarde, porque “ya en 2009 el Tratado de Lisboa estableció que son seres vivos dotados de sensibilidad, algo que solo venía reflejado por otro lado en el Código Civil catalán”.
Trato animal en las grajas
La activista Carmen Ibarlucea señala que existen más ámbitos donde la sensibilidad animal queda en entredicho. Por ejemplo el trato que reciben en granjas intensivas. “Crece la demanda de instalación de granjas intensivas, donde los animales llevan vidas espantosas, encerrados, sometidos a una vida cruel de la que tienen capacidad de darse cuenta”.
Denuncia que los piensos, además de componentes para acentuar su crecimiento y evitar que enfermen, llevan tranquilizantes: “y eso lo hacen porque sabemos que sufren, porque sufren estrés, angustia, depresión…”.
Apunta a estudios que señalan que la violencia de género está relacionada también con la violencia a los animales, en atención a los datos del Observatorio de Violencia Hacia los Animales y el Programa Viopet. De hecho en muchos casos, además de agredirla o matarla a ella, hacen lo mismo con la mascota.
A su juicio el machismo y la vida mercantil que predomina en la sociedad 'normaliza' la idea de que mujeres y animales son cosas. “Hasta que no se elimine de la sociedad como elemento 'cosificador' ambas cuestiones, será imposible tener una sociedad emocionalmente equilibrada”.
También critica el modo en que son sacrificados los animales y apunta que existen mataderos, también en Extremadura, donde son sacrificados sin aturdimiento, justificando que se hace para seguir los ritos de los países árabes. “Cuando hay movimientos sociales en esos países que dicen que el aturdimiento y el rito halal no son incompatibles”.