La ausencia de frío durante este invierno está afectando a la población de conejos en la Comunidad Autónoma, ya de por sí mermada durante los últimos años.
El motivo es que Sin temperaturas bajas, los mosquitos transmisores de la enfermedad de la mixomatosis no mueren, ha advertido el vicepresidente de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Caza en Extremadura (Aconcaex), Serafín Cortés. Esta patología ha afectado a la población de conejos de la comunidad autónoma durante los últimos años, y por tanto a la caza menor.
Cortés ha recordado que durante el último año se registró un ligero “repunte” de la población de este animal en Extremadura, sin embargo ahora se está viendo afectada por un invierno más caluroso de lo habitual. De diciembre a febrero, excepto durante los últimos días, las temperaturas han sido benévolas, y por tanto los insectos transmisores no mueren, adelantándose así su impacto en la población de conejos.
Por ello ha pedido a la Junta de Extremadura que aborde medidas para paliar los efectos de las epidemias que afectan a este animal, como son una vacuna contra estas enfermedades o un control “exhaustivo” sobre las repoblaciones. En opinión del vicepresidente de la Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Caza en Extremadura, de realizarse repoblaciones, éstas deben producirse de forma “controlada”.
“Si la repoblación no es controlada, lo único que se hace es potenciar la cepa de la enfermedad, y se mueren tanto el conejo que se trae como el existente”, ha advertido.