“Parece que no tenían bastante con la poda de los árboles de las calles San Pedro de Alcántara, León Leal, Primo de Rivera, porque ahora la tala ha comenzado en la R-66...”.
Este es el sentimiento del colectivo Cáceres Verde, que denuncia la tala indiscriminada en el residencial R-66. Advierte que sólo en la calle Isla de la Toja se han talado ya una docena de los más de 50 que serán arrancados para plantar otra especie.
El presidente del colectivo Luis Alejandre lamenta que destruir patrimonio verde es sencillo pero recuerda que los árboles “no son mobiliario urbano que se puedan quitar y cambiar como un banco o una papelera”.
Alejandre ha explicado que en Cáceres “hay más de 3.000 plátanos de sombra, que se plantaron en su día por su rápido crecimiento y su gran porte”. Tienen una longevidad de más de 300 años, son magníficos árboles ornamentales y muy empleados como árboles de sombra en calles, avenidas y bulevares, ha indicado.
De estos 3.000 árboles, 600 se encuentran en el R-66, “bueno, se encontraban”. Alejandre se ha preguntado por la “conveniencia” de iniciar una tala en uno de los barrios más ricos de la ciudad, “pese a que el ayuntamiento repite que no tienen dinero para llevar a cabo campañas de repoblación”.
En cuanto a las razones aducidas por los vecinos: la caída de hojas en otoño, la excesiva polinización en primavera y porque invaden cañerías y levantan acerados, Alejandre ha señalado que “son razones de peso” pero se ha cuestionado si la “única solución era la tala”.
A su juicio resulta “sorprendente” que se planificara un barrio entero con su red de saneamiento, sus parques y sus árboles y se eligiera esta especie, “sabiendo que al cabo del tiempo habría que talar porque causaría problemas. Cree que esto no puede ocurrir ”así, sin más, sin exigir responsabilidades y sin buscar otras soluciones menos agresivas“ y ha citado algunas alternativas como ”podas frecuentes y selectivas“.
El cuidado de los árboles que estén enfermos, limpieza de las calles más a menudo, control de los sumideros y sustitución de redes de saneamiento anticuadas son otras de sus recomendaciones.
Además, ha criticado que a pesar de su política actual el Gobierno local “se quiera poner un traje verde, con el anuncio de un corredor medioambiental” por un coste de 5,3 millones de euros, para “transformar la ciudad a través de las zonas verdes” dentro de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (DUSI).