El consumo de toallitas en el baño y el hogar se ha convertido en algo habitual. En contra de lo que muchos puedan pensar no se deshacen, ni siquiera las que se venden como biodegradables.
El inodoro no es una papelera, aunque muchas son arrojadas por el wc, lo que provoca bloques o atascos en las redes de alcantarillado. Así se forman los denominados ‘monstruos’ de toallitas’ o ‘ballenas blancas’.
Su retirada del alcantarillado y las depuradoras requiere a los cazadores de ‘monstruos’ redoblar esfuerzos y unos gastos extras para el erario público. Genera unos gastos adicionales de 200.000 euros en la provincia de Badajoz, según explica el Consorcio Promedio de la Diputación de Badajoz, encargado de su gestión.
Durante el pasado año realizaron más de 300 actuaciones de limpieza de redes de saneamiento (desatascos) en tramos urbanos a demanda de los ayuntamientos mediante un camión succionador. Se estima que el 70% de esos atascos tienen como protagonistas a las toallitas, y su costa total alcanza los 70.000 euros.
Se suman los ‘estropicios’ que generan en las de depuradoras de los municipios, en las que el coste medio anual de mantenimiento por incidencias derivadas de toallitas o materiales similares ronda los 2.500 euros por instalación. Promedio gestiona las EDAR de 53 localidades (223.000 habitantes), por lo que el coste general es de más de 132.000 euros anuales.
En el cálculo de los costes se incluye el abono de las horas extras a los trabajadores, por tener que retirar toallitas de las bombas de impulsión, así como los trabajos en los colectores cercanos a la depuradora. Se suma la sustitución de tramos de tubería por imposibilidad de eliminar la obstrucción.
No existe un patrón exacto, aunque Promedio constata la existencia de supermercados que acercan a la población este tipo de productos, ya sean toallitas para wc, para el salpicadero del coche o para los niños.
Anima a frenar el mal uso y abuso de ellas por motivos de salud en primer lugar. Un “monstruo de las toallitas” puede provocar un atasco de aguas sucias ‘tan monumental’ que haga rebosar el baño o las alcantarillas de la calle, poniendo en peligro la salud por el contacto con agua contaminada.
Igual de importante resulta el motivo económico, puesto que el coste de solucionar estos atascos se cifra en 200 millones de euros al año entre todas las ciudades de España. Puede suponer costes medios de entre 100 y 600 euros por cada actuación, en zonas privadas o en colectores públicos.
Se suma una cuestión que afecta a todo el mundo, como es la contaminación de espacios urbanos y naturales. El agua que no llega a las depuradoras a causa de los atascos se vierte sin control a las calles o al entorno natural de las poblaciones. “De modo que las toallitas y otros residuos provocarán daños difíciles de reparar en las riberas y en los campos por los que tanto nos gusta pasear”.
También provoca molestias, porque es necesario abrir zanjas y sustituir secciones de tuberías para hacer frente a los atascos.
“Hay que sumar un uso innecesario de materias primas, ya que no se trata tan solo de un trozo de papel. Lleva productos químicos u otros componentes unidos a la celulosa, que requieren de un proceso de fabricación y de un número mayor de materias primas que el papel higiénico tradicional”.
“El inodoro no es una papelera”
El consorcio Promedio desarrolla una varias acciones de sensibilización para transmitir a los más pequeños que el inodoro no es una papelera. Se incluyen dentro de la campaña de la Asociación de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento.
Cada año más de 1.500 escolares y miembros de colectivos de formación profesional o asociaciones visitan las instalaciones de depuración en recorridos guiados por técnicos que sirven para ver de forma práctica cómo funciona una depuradora. Allí, además, se les dan nociones de qué no debe ir al wc, con especial referencia a las toallitas.