El Centro de Cirugía de Mínima Invasión (CCMI) de Cáceres ha sido testigo del nacimiento de Muba, el primer cordero fruto de un trasplante de útero realizado en esta institución médica. El éxito de este proyecto es un paso importante, al menos desde la fase de ensayos preclínicos, en la carrera por lograr que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) acepte realizar este tipo de procedimientos en humanos con las máximas garantías.
Actualmente, el trasplante de útero no está regulado en España ni autorizado por la ONT al no estar considerado este órgano como vital, es decir que no es necesario para vivir.
A través de este proyecto extremeño, en el que participan también ginecólogos, principalmente del Instituto Extremeño de Reproducción Asistida (IERA), ya se han practicado 15 intervenciones en ovejas y tres de ellas han conseguido gestación mediante técnicas de reproducción asistida.
Una de ellas es la que acaba de dar a luz, mediante cesárea, a MUBA, un cordero que se encuentra en perfecto estado de salud y que fue bautizado con las siglas del Máster Universitario de Biotecnología Avanzada, que se impartía en las instalaciones del CCMI el día de su alumbramiento.
Posibilidades para mujeres
El centro cacereño trabaja en este proyecto con la finalidad de poder incorporar en el futuro este tipo de trasplantes a mujeres sin posibilidad de concebir, bien por falta de útero, bien por serios defectos en el mismo, ya sean congénitos o adquiridos.
Fuentes del CCMI calculan que en España más de 4.000 mujeres podrían ser susceptibles de ese trasplante, sin el cual no podrían tener hijos. El pasado mes de septiembre, una sueca de 35 años se convirtió en la primera mujer del mundo en dar a luz a un bebé tras recibir un trasplante de útero, pero en España, al no considerarse el útero un órgano vital, aún no se trabaja este tipo de trasplantes.
“El CCMI puede ser una instalación ideal donde iniciar y desarrollar las investigaciones preclínicas”, ha afirmado el director científico de esta institución e investigador del proyecto, Francisco Sánchez Margallo. Además, el trabajo de su equipo presenta una innovación importante con respecto al equipo sueco, ya que la extracción del útero a la donante se realiza mediante cirugía laparoscópica.