La planta invasora más peligrosa de Extremadura está presente en decenas de kilómetros del cauce del Guadiana entre Medellín y Badajoz. El camalote crece de nuevo con fuerza con las altas temperaturas, afectando al ecosistema fluvial, a las infraestructuras hidráulicas y a los usos del agua. A diario se extraen unas 2.000 toneladas de planta.
Para ponerle freno la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha anunciado un nuevo plan integral que se desarrollará los próximos meses, y que prevé la limpieza del cauce. Mientras tanto en octubre se incorporarán 12 embarcaciones nuevas y seis equipos. Además se hará un reajuste de los medios existentes para incrementar los equipos mecánicos de retirada.
Está diseñado por Confederación, en colaboración con otras administraciones y la Universidad de Extremadura. El objetivo es que el plan suponga una limpieza integral del río y que en enero de 2019 se continúe con labores de mantenimiento y así no se vuelva a reproducir con la misma intensidad.
Más mantenimiento del cauce
A partir de enero se realizarán labores de mantenimiento constante del río. Esta es una de las cuestiones que más han criticado asociaciones y plataformas, que consideran que los trabajos de contención y erradicación no se han realizado, ni en el tiempo ni en la forma correcta. Han reclamado de manera reiterada una vigilancia constante y el control de la plaga cuando decrece en invierno.
En el plan integral que se pondrá en marcha se tendrán en cuenta la opinión de técnicos y expertos que puedan aportar experiencia y conocimiento en la búsqueda de las soluciones más adecuadas. Ya ha sido trasladado ya al Ministerio de Transición Ecológica, que lo está evaluando y, próximamente, la CHG dará cuenta del mismo a las poblaciones afectadas.
El nuevo responsable de la Confederación del Guadiana, Samuel Moraleda, mantuvo una reunión con el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara. Considera que la lucha contra el camalote es “una prioridad inmediata”. En su intervención ha pedido disculpas por las declaraciones que hizo semanas atrás, cuando afirmó que el problema de la planta invasora se reduce a un asunto de impacto visual.
En declaraciones a los medios ha dicho que ya tiene más información que cuando dijo esa frase, “y ahora estoy en condiciones de decir otras” coasas. “Lamento esa frase que ha sido un poco desafortunada”.
Por su parte la delegada del Gobierno en Extremadura, Yolanda García Seco, que también ha estado presente en la reunión, ha puesto de manifiesto que la lucha contra el camalote debe tener un sello técnico y no político, de ahí que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), junto a la Universidad de Extremadura, el Gobierno regional y la Administración central, abogue por “escuchar a los técnicos”, que son quienes saben “cómo acometer” este problema.
“Lo que queremos todos los extremeños, y es de lo que se trata, es que el río esté limpio lo antes posible, con una limpieza intensiva que permita acabar con esta plaga y contenerla, y evitar daños medioambientales”.
Responsabilidad a los políticos
Desde la Plataforma Ciudadana SOS Guadiana, de Medellín, reiteran a este diario su deseo por que el plan de choque anunciado por Confederación “se materialice”, y vuelven a pedir “responsabilidad” a los políticos y alcaldes de poblaciones afectadas para que se pongan de acuerdo en combatir la plaga y actúen de modo “responsable”, y no movidos por “intereses electoralistas”.
En relación a las declaraciones de la Delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, indicando que “lo positivo no es mirar atrás”, desde el colectivo se muestran “ de acuerdo con que hay que actuar en el presente”, aunque señalan que tras “haber pasado más de 10 años y haberse gastado más de 30 millones” sin éxito, no se puede “correr un tupido velo” ante estos datos, “no es lo lógico”, añade.
Por ello, solicitan replantear los equipos y hacer “autocrítica” de la gestión llevada a cabo hasta el momento, por la falta de “eficacia” y sugieren que sería conveniente “cambiar” a los responsables.
Además, se muestran sorprendidos por que ahora se decida investigar sobre el efecto que tiene la descomposición del camalote en las aguas, cuando desde la Plataforma llevan “afirmando hace ”mucho tiempo“ y con datos de biólogos” ese hecho y otros muchos efectos nocivos para el medio ambiente que acarrea la especie invasora.
El camalote tiene “muchos efectos medioambientales y también económicos” por lo que afecta al riego, al piragüismo y otras actividades turísticas, insisten antes de concluir con un mensaje de apoyo a la movilización ciudadana del sábado día 15 en Badajoz, y un llamamiento a las personas a que acudan para reclamar actuaciones efectivas y definitivas.
Los efectos del camalote
Como ocurre cada verano el camalote ha vuelto a rebrotar en algunos tramos de la cuenca. Tiene a su favor las altas temperaturas del verano para crecer. Y por lo tanto de nuevo acecha el peligro de expandirse como ya lo lleva haciendo desde hace una década.
Según detalla la confederación, presenta una importante capacidad de colonizar grandes extensiones de agua en poco tiempo ya que se reproduce vegetativamente por estolones, además de producir miles de semillas que pueden permanecer latentes hasta 20 años.
Cuando esta planta se descontrola cubre totalmente el río de orilla a orilla en grandes cantidades, y la descomposición de su materia orgánica produce efectos perjudiciales ya que deja a oscuras el agua y afecta a los sistemas de canales de riego al introducirse en ellos, informa la Agencia Efe.