Es un barrio obrero, humilde y muy habitado, con 10.200 vecinos. “De ellos no llegan ni a 45 las personas conflictivas, con unos actos incívicos que nos tienen a todos en jaque”.
Esta es la situación que describe la Asociación para la Recuperación de Suerte de Saavedra de Badajoz, donde la normalidad no termina de recuperarse después de sendos tiroteos registrados entre dos familias en plena calle. Unos hechos por los que varias personas resultaron heridas por balas de perdigón el pasado fin de semana.
En la zona permanece desplegado un dispositivo policial especial, que de momento ha detenido a tres personas, un joven de 19 años al que se le imputan tres delitos de lesiones y un delito de daños como presunto autor de los disparos; junto a un hombre y una mujer, como presuntos colaboradores.
Explica Antonio Chacón, portavoz de la asociación vecinal, que no se trata de algo nuevo, sino de una dinámica que se repite con demasiada normalidad. También “navajazos, reyertas y palos”. “Sentimos una mezcla de rabia e impotencia, porque no sabes cómo comportarte. Si mucha gente permanece callada, es por miedo a que le quemen el coche”.
¿Hubiera ocurrido esto en otro barrio?
Está convencido de que no. Advierte que si hechos así ocurrieran en un barrio céntrico la situación sería bien distinta, tanto de la delegada del Gobierno en Extremadura y el ayuntamiento. A ambos, como responsables de la policía local y nacional, les reclama mayor contundencia.
Han iniciado una recogida de firmas en la que reclaman una comisaría de policía en el interior del barrio. En concreto en uno de los puntos más conflictivos de Suerte de Saavedra, en la calle Olof Palme, donde justamente se registraron los últimos tiroteos. Algo que según comenta se hizo para recuperar la zona más degradada del Casco Antiguo de la capital pacense.
“No es normal ni aquí, ni en ningún lugar, la gente tenga que tirarse al suelo por un simple petardo”, relata. Piensa que la solución no es tener ahora mayor presencia policial, sino un plan que trabaje contra los comportamientos antisociales, porque “esto no ha terminado, la venganza entre las familias va a continuar”. De este modo pide a la Junta que actúe en protocolos en las viviendas sociales con las familias que tienen los comportamientos antisociales.
“Recuperar la dignidad”
Precisamente el Ejecutivo regional lanzaba este martes un comunicado en el que señalaba que trabaja, dentro del protocolo de desahucio y lanzamiento en materia de viviendas de promoción pública, para “recuperar la dignidad que nunca debieron perder las viviendas sociales” tras los hechos acontecidos en Suerte de Saavedra.
Detalla que ha retomado 92 inmuebles y tiene abiertos 56 expedientes de desalojo, de los que 23 son por ocupación ilegal y 28 por no ocupación, informa Efe. Para el Gobierno extremeño es prioritario atender la necesidad de vivienda de los ciudadanos y proteger los derechos establecidos en la Constitución.
Una opinión que comparte el portavoz de la Asociación para la Recuperación de Suerte de Saavedra, que indica que la gestión adecuada de las viviendas del barrio es una de las claves. “Hay que mirar hacia esas familias que tienen actos incívicos. Si la convivencia es plena entre 14, y el problema está con una, creemos que algo hay que hacer”.
“Las autoridades tienen que velar por nuestra seguridad, y por supuesto dar la cara. Que nos digan qué van a hacer ante esta situación. Si no, en el caso de que haya una muerte, aquí habrá responsables”, denuncia.