Una tesis de Iván Cortijo, investigador de la Universidad de Extremadura (UEX) y paleontólogo del Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, demuestra la existencia de una nueva especie de los fósiles esqueléticos más antiguos, “Cloudina carinata”, en Extremadura.
Además, se han encontrado también fósiles de los géneros Sinotubulites y Protolagena, citados por primera vez en Europa. La Real Academia de la Lengua Española define fósil como “la sustancia de origen orgánico más o menos petrificada, que por causas naturales se encuentra en las capas terrestres”.
Los primeros registros de fósiles esqueléticos datan de finales del periodo Ediacárico, hace unos 550-540 millones de años, y han sido encontrados en diversos lugares del mundo incluyendo Namibia, Omán, Norteamérica, Sudamérica y Rusia.
Pero los mejor preservados se encuentran en China y en el centro de la Península Ibérica, especialmente en dos yacimientos: El Membrillar, en Helechosa de los Montes, y Villarta de los Montes (ambos en la provincia de Badajoz). Este tipo de fósiles se interpretan como los primeros metazoos biomineralizados (animales con esqueleto) y estudiarlos, según la UEX, es fundamental para conocer el proceso de biomineralización, crucial en la evolución de la vida.
De ahí la importancia de la tesis de Iván Cortijo que representa el primer estudio en profundidad de estos fósiles en España e incluye el estudio de fósiles comparables de China.
“Apenas se conoce nada”
Para el investigador lo relevante de este estudio reside en el hecho de que el periodo Ediacárico es una época de la que “apenas se conoce nada”. Hasta ahora, casi todos los fósiles que se han estudio datan de una época más reciente, por lo que conocer la evolución de organismos de cuerpo blando a organismos con partes duras -esqueletos- es “esencial para saber cómo ha evolucionado la vida en la Tierra y buscar el origen de los organismos que vivimos ahora”.
Como resultado de las investigaciones se han encontrado en los yacimientos extremeños fósiles de tres géneros pertenecientes a esa etapa del Ediacárico. El más común, y que también se ha hallado en los otros yacimientos del mundo, es el perteneciente al género Cloudina, con la peculiaridad de que aquí en Extremadura se ha hallado una especie nueva que no se había descrito antes, Cloudina carinata.
También se han encontrado los primeros fósiles de Sinotubulites y Protolagena citados en Europa y un grupo heterogéneo de pequeños fósiles tubulares aún sin describir. Esta asociación es comparable a la descrita en la Formación Dengying de China.
Extremadura, detalla Iván Cortijo, posee unos de los yacimientos más importantes de este tipo de fósiles que se conocen en todo el mundo. Se empezaron a estudiar en Castañar de Ibor, pero más tarde han aparecido en otros yacimientos, concretamente en Helechosa de los Montes, en Villarta de los Montes y también en Villar del Pedroso, pero sobre todo destaca el yacimiento de Villarta de los Montes.
Este junto con un yacimiento de China son los más importantes a nivel mundial tanto por la calidad de preservación de los fósiles como por la variedad de especies encontradas.
Para la realización del trabajo, se ha tenido en cuenta que los yacimientos extremeños poseen distintos tipos de roca con diferentes tipos de preservación, lo cual ha permitido el uso de diversas técnicas, como la utilización de ácidos para disolver las rocas y así extraer los fósiles preservados en tres dimensiones, o realizar moldes de látex.
Asimismo, en el análisis del material se han utilizado técnicas de microscopía electrónica que han permitido obtener imágenes a grandes aumentos y la composición mineralógica de los fósiles.
Esta investigación se difunde en el marco del proyecto audiovisual de divulgación científica de la UEX “Esta es mi tesis”. Con esta iniciativa, se pretende acercar a la sociedad, a través de vídeos de cuidada infografía, los resultados de investigación publicados en tesis doctorales.