Desde que hace 40 años se aprobara la primera ley del divorcio en España, los órganos judiciales han tramitado en Extremadura un total de 60.672 procesos de disolución matrimonial, entre separaciones, divorcios y procedimientos de nulidad matrimonial, lo que la sitúa como la comunidad con una menor tasa de disolución, 56,6 por cada mil habitantes, 30 puntos por debajo de la media nacional.
Según los datos recopilados por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la tasa media nacional se sitúa en 86,8 disoluciones por cada 1.000 habitantes con Canarias (120,5), Baleares (109,2), Cataluña (100,7) y Madrid (93,2) a la cabeza.
En el otro extremo de la balanza se sitúan, además de Extremadura, Castilla-León (59,6), Castilla-La Mancha (64) y Aragón (66,7).
En términos absolutos, solo La Rioja (21.403), Navarra (40.083) y Cantabria (47.813) han registrado menos procedimientos de disolución matrimonial en estas cuatro décadas que la región extremeña.
En total, en España se registraron 3.658.530 procedimientos de separación y divorcio hasta finales del pasado año, tanto consensuados como no consensuados, y 4.754 de nulidad matrimonial, lo que eleva la cifra a un total de 3.663.284 expedientes.
En el caso de la región, los divorcios de mutuo acuerdo (21.400) superan ligeramente a los contenciosos (19.220) a lo largo de estos 40 años.
Por su parte, las separaciones no consensuadas alcanzan una cifra de 10.558 frente a las consensuadas con 9.348 rupturas. En nulidades matrimoniales, Extremadura es la segunda CCAA- tras La Rioja- que menos registra en estas cuatro décadas, solo 56 de las 4.754 efectuadas en España.
Los datos ponen de manifiesto además como, a partir de 1983 y hasta 2005, el número de separaciones superó al de divorcios en cada ejercicio en el país. La aprobación de la Ley 5/2005 invirtió la situación y, al simplificarse los trámites del proceso de divorcio, desde 2006 las separaciones se convirtieron en un procedimiento residual. Así, de las 82.340 separaciones de 2004 se pasó a 55.640 de 2005 y a las 14.158 de 2006.
En esos mismos años, los divorcios pasaron de 52.591 en 2004 a 93.615 en 2005 y a 141.317 en el año 2006, cuando las separaciones se fueron convirtiendo progresivamente en un procedimiento residual. El número total de procesos de disolución matrimonial por año, desde 1981, experimentó su máximo en 2006, pues desde 2007 “se aprecia una importante caída, posiblemente como consecuencia de la crisis económica”.
En 2010 los datos se estabilizan y, entre 2015 y 2019, se aprecia un nuevo descenso, aunque más suave. La disminución en 2020 “puede atribuirse a la pandemia”, apuntan el CGPJ.