Quedan apenas 100 días para que termine el plazo marcado por el Gobierno central para acoger a las 17.000 personas refugiadas que se comprometió a recibir en el reparto entre países de la UE.
Las cuentas no salen, porque España apenas ha recibido el 8 por ciento de las personas comprometidas. Se trata de solicitantes de asilo y refugio que huyen de conflictos armados, de la persecución o de la guerra.
Extremadura, que se declaró comunidad acogedora, exige un nuevo reglamento para la Ley de Asilo vigente y aboga por desistir de la exigencia en Europa del derecho de tránsito para los refugiados que huyen del conflicto sirio.
El director de la Agencia Extremeña de Cooperación al Desarrollo, José Ángel Calle, reclama a la ciudadanía que colabore en la necesidad de seguir pidiendo con urgencia un pacto de estado en torno a las personas refugiadas. Ha defendido el Derecho de Asilo para los refugiados del Mediterráneo como un derecho “de personas dignas”.
Así lo dijo en las jornadas “Crisis del Derecho de Asilo: el papel de los medios de comunicación en la defensa de las personas refugiadas”, celebradas en la Asamblea de Extremadura.
La Cámara regional fue escenario de debate y análisis del drama de miles de personas que recaman refugio en las fronteras de Europa. La AEXCID, de la mano de profesionales de la comunicación y la cooperación internacional, ha organizado estas jornadas para seguir profundizando en la reflexión iniciada el año pasado en torno al papel que tiene la comunicación y sus profesionales en la promoción y defensa del derecho de asilo.
También en torno al tratamiento informativo en la actual crisis que sufre este derecho en Europa y la respuesta de los Estados y la ciudadanía ante una situación humanitaria que nos reta como sociedad.
Personas refugiadas e información
Entre los invitados estaba David del Campo, director de cooperación Internacional y Acción Humanitaria de Save The Chlidren España. Denunció que hasta ahora solo ha llegado una pequeña parte de las personas a las que se comprometió a acoger el Ejecutivo central, de manera que “el valor de la palabra del Gobierno español es equivalente a ese porcentaje”. Ha augurado que España, a falta de cien días para que se cumpla el plazo de acogida de refugiados, no cumplirá su compromiso.
Rosa María Calaf, antigua corresponsal de RTVE en varios puntos del mundo a lo largo de su trayectoria profesional, fue muy crítica con los medios de comunicación, al considerar que “algunos se creen que están informando cuando lo que están es entreteniendo, para hacer caja, o, lo que es peor, manipular”. Y en especial con las redes sociales.
“En lugar de una red de conocimiento se han convertido en el lenguaje del ocio, del rechazo y la claustrofobia”, ha denunciado Calaf, que ha exigido un tratamiento riguroso de la información.
Coincidió con su compañero en TVE, José Antonio Guardiola, en el argumento de que “no hay crisis de refugiados mal contada, hay conflictos mal contados que se convierten en crisis o en tragedias”. Alertó de las retransmisiones en directo del modelo interactivo en las redes sociales. “Se emite en las teles sin digerirlo. No se envían reporteros porque se ahorra en costes, o por evitar un secuestro o degollamiento”.
Mientras, la escritora de origen sirio Leila Nachawetti se quejó de que ‘construcción de otros’ termina por crear “una distancia que rompe la empatía y deshumaniza”. Hace hincapié en que los medios de comunicación tienen “un papel clave sobre cómo vemos al otro, si la sociedad es receptiva o lo ve como algo lejano”.
En su discurso se ha referido a lo que denomina las percepciones binarias: blancos o negros. O las las dicotomías: árabes radicales o moderados; sunitas o chiítas; mujeres árabes sumisas o empoderadas; árabes como ejes del mal o marionetas de Estados Unidos o Rusia. Unos conceptos que a su parecer son “el error de una parte de la izquierda, del progresismo” al analizar el mundo en Oriente Medio.
Siete localidades extremeñas acogieron este martes manifestaciones y concentraciones para exigir al Gobierno central que cumpla sus obligaciones en materia de asilo y refugio. Hasta el momento el Ejecutivo solo ha acogido a 1.200 de las más de 17.000 personas a las que se comprometió.
Los actos fueron organizados en Extremadura por 'SOS Refugiados' y contaron con el respaldo de numerosas organizaciones sociales, humanitarias, sindicales y políticas. Badajoz, Cáceres, Llerena, Mérida, Olivenza, Plasencia y Talavera la Real, con el objetivo de dar visibilidad al drama de los refugiados. En algunas de estas concentraciones las personas asistentes portaron maletas y sillas (vacías) para reflejar los viajes “desesperados” de los refugiados y los cupos de asilo no cumplidos por parte de la Administración.
Hasta el momento faltan por llegar a España más de 16.000 refugiados, con la “preocupación” añadida de que en septiembre finaliza el plazo de los compromisos dados. Por lo que respecta a la región, han llegado unas 75 personas refugiadas, cuando las previsiones eran de 350.
“Hay instalaciones y medios para poder atender a la gente, pero el Gobierno central pone impedimentos”, ha criticado el portavoz de la Plataforma Refugiados Extremadura, Juan Zúñiga. El colectivo subraya que “cuando un Estado quiere, lo hace, y más aun cuando ha suscrito un compromiso internacional”.
Las entidades convocantes denuncian la compleja y difícil situación de miles refugiados, con especial atención a quienes huyen del conflicto sirio y de otros países (Irak, Afganistán y países subsaharianos, entre otros). También denuncian las políticas que no salvaguardan los derechos mínimos de cualquier persona.
Entre los colectivos que apoyaron estas movilizaciones figuran los sindicatos UGT y CC.OO, las formaciones políticas PSOE, Podemos e Izquierda Unida. También diversas asociaciones de mujeres y las distintas plataformas locales de ayuda a los refugiados, entre otras muchas entidades y colectivos. Refugiados Extremadura ha lamentado que el PP no figure entre las entidades convocantes.