Si la localidad cacereña de Trujillo ha brillado siempre por su monumentalidad, ahora lo hará por otra razón. Este viernes se instala la primera piedra de la fábrica de diamantes artificiales de la empresa estadounidense Diamond Foundry, con una inversión de 670 millones de euros, y cuyo mayor accionista es el actor Leonardo DiCaprio. La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, acompañada del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el alcalde de Trujillo, José Antonio Redondo, proceden este viernes a la colocación de la primera piedra, en un acto en el que también se enterrará una “cápsula del tiempo”, que como es habitual llevará en su interior periódicos del día, un pergamino escrito por el alcalde, y otros detalles que recuerden el día del inicio de las obras. Al acto no asistirá Leonardo DiCaprio, pero sí está confirmado que lo hará el presidente y fundador de Diamond Foundry, Martin Roscheisen.
La fábrica se ubica en el polígono industrial Arroyo Caballo, donde la empresa ya ha comprado una parcela de 84.000 metros cuadrados por 1,7 millones de euros, y donde ya se han iniciado los movimientos de tierra y los trabajos para el soterramiento de cables. Se espera que la fábrica, que llevará anexa una planta fotovoltaica de 120 megavatios para autoabastecerse de energía, suponga la creación de 300 puestos de trabajo directos y más de mil indirectos.
Con la fábrica de Trujillo, los diamantes, el carbono cristalizado, no saldrán de la explotación de personas ni de recursos naturales, sino de una tecnología que emulará la acción de la naturaleza, utilizando reactores de plasma para conseguirlo.
La empresa estadounidense estima que llegará a producir cada año alrededor de 1 millón de quilates de diamantes de calidad gema, es decir con una calidad igual al diamante natural.
De hecho, el mismo DiCaprio, protagonista de la película Diamantes de Sangre, con la que se pretendía denunciar el tráfico ilegal de piedras preciosas para financiar las guerrillas en Sierra Leona y por la que optó a un Óscar, afirma, en la misma página web de Diamond Foundry que está muy orgulloso de invertir en este proyecto, que persigue cultivar diamantes “de forma sostenible, sin el coste humano y medioambiental de la minería”. El resultado, por lo tanto, serán diamantes iguales que los extraídos de minas naturales, pero con un modo de producción más ético.
La fábrica cumple con la hoja de ruta marcada
Rafael Benjumea, presidente de Powen, empresa que construirá la planta fotovoltaica y al que se le atribuye el éxito de que este proyecto de la fábrica de diamantes artificiales haya llegado a Trujillo, ciudad con la que está muy vinculado, ha manifestado a elDiario.es Extremadura, que está muy satisfecho con el inicio de las obras. “Ha sido un año y medio largo de intenso trabajo, en el que hemos conseguido cumplir más o menos con los plazos, se ha conseguido seguir la hoja de ruta marcada desde el comienzo”.
Haber llegado hasta aquí “es importantísimo para nosotros, lo que no quiere decir que esté todo hecho, queda mucho por hacer, se trata de una obra muy grande, donde ahora se ha empezado con el movimiento de tierras”. Una vez estén avanzadas las obras de la fábrica se iniciarán los trabajos de instalación de la planta fotovoltaica, de manera que su finalización coincida con el de la factoría de diamantes, que se espera esté en funcionamiento en el segundo trimestre del próximo año, ha señalado Benjumea.
El pasado 10 de febrero se conoció que la Junta de Extremadura concedería una ayuda de 81 millones de euros, a través de la línea de incentivos regionales, ayuda que se suma a los 120 millones de euros concedidos, el pasado año, por el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Con esta iniciativa empresarial, declarada por la Junta de Extremadura, al año pasado, “Proyecto de Interés Autonómico”, una figura clave para poder optar a ayudas para la contratación de personal y las actividades formativas, Trujillo estará a la vanguardia en la fabricación de diamantes artificiales que, no sólo servirán para formar parte de bellas joyas, sino también para producir semiconductores para la industria del automóvil eléctrico y de la telefonía 5G.
Un millón de quilates de diamantes al año
La empresa estadounidense estima que llegará a producir cada año alrededor de 1 millón de quilates de diamantes de calidad gema, es decir con una calidad igual al diamante natural. Serán diamantes asequibles, sin huella de carbono, sin mafias, ni traficantes a su alrededor, sin perjudicar a la naturaleza, y producidos en Trujillo, ciudad en la que, como prácticamente en toda Extremadura, hay muchas horas de sol, lo que ayudará a que este proyecto sea aún más sostenible.
La mina abre grandes expectativas para el empleo en Extremadura y, sobre todo, en la comarca de Trujillo. La Junta de Extremadura se ha comprometido a destinar un presupuesto importante para la formación de trabajadores en materias profesionales relacionadas con los procesos de producción de la fábrica.
También existe un compromiso, por parte de la empresa, de emplear a trabajadores locales siempre que sea posible, tanto para la construcción de la factoría como para el trabajo diario, una vez terminada. Este 3 de marzo, Trujillo está más cerca que nunca de un Desayuno con diamantes, con Leonardo DiCaprio como protagonista en vez de Audrey Hepburn.