Granadilla vuelve a participar en el proyecto de recuperación de pueblos abandonados

El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes ha convocado las ayudas para participar en el programa nacional de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados para los turnos de verano de 2024, que permitirá actuar, entre otras localidades, en Granadilla en la provincia de Cáceres.

En este caso, podrán participar un máximo de 500 alumnos de centros docentes españoles que cursen 3º o 4º de Enseñanza Secundaria Obligatoria, Formación Profesional Básica y de secciones españolas y secciones bilingües en centros de otros países miembros de la Unión Europea.

Esta iniciativa, en la que colaboran las Comunidades Autónomas de Aragón, Castilla-La Mancha y Extremadura, permite la realización de actividades en los pueblos de Búbal (Huesca), Umbralejo (Guadalajara) y Granadilla (Cáceres). El importe máximo destinado a las becas asciende a 93.064,15 euros, según ha publicado este viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE) y el plazo de presentación de solicitudes se será de diez días hábiles a partir del lunes 20 de mayo.

El Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados es un proyecto educativo complementario a la enseñanza en las aulas que pretende un acercamiento a la vida rural de jóvenes que, en su mayoría, viven en espacios urbanos, y a los que se les brinda la posibilidad de comprender la necesidad de un cambio en las actitudes para asegurar el equilibrio futuro del hombre en su entorno.

Las actividades que se llevan a cabo están vinculadas con el medioambiente, la salud, la animación y convivencia, y la recuperación cultural y física. Se incide de forma especial en la educación ambiental y el reconocimiento del destacado papel que juega la naturaleza en la vida de las personas y en el desarrollo de la sociedad, así como la necesidad de adoptar decisiones y de actuar para evitar su deterioro.

Por lo que respecta a la sede extremeña, la villa de Granadilla está situada al norte de la provincia de Cáceres y hoy queda reducida a una península, con una única vía de acceso por el lado norte, ya que las vegas del río Alagón y Aldobara que la rodeaban quedaron cubiertas por las aguas del embalse de Gabriel y Galán.

Actualmente el pueblo cuenta con unas 50 edificaciones recuperadas, utilizadas todas y cada una de ellas por el programa educativo.