La Guardia Civil ha abierto diligencias policiales a un vecino del municipio pacense de Trasierra como presunto autor de un delito de maltrato animal a más de una veintena de perros a los que mutiló sus orejas, y a un veterinario, vecino de Llerena, quien certificó haber realizado las amputaciones sin ser ciertas.
Agentes pertenecientes a la Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Fuente de Cantos, dentro los servicios establecidos a mediados del pasado mes de agosto para verificar el cumplimiento de la normativa animal inspeccionaron un supuesto núcleo zoológico ubicado en Usagre, propiedad de un vecino de Trasierra, informan en nota de prensa.
Allí había un total de 33 perros de rehala destinados para el ejercicio de la caza, 24 de ellos con las orejas cortadas (otectomía), y su propietario no pudo acreditar en ese momento esta práctica quirúrgica de manera legal por un profesional cualificado.
Días después, aportó a los agentes un certificado expedido por facultativo veterinario, quien confirmaba de manera colectiva haber realizado las amputaciones de todos los animales.
Tras el análisis y estudio de toda la documentación aportada, los agentes descubrieron irregularidades en los datos anotados en los certificados consignados, que no concordaban con los reales.
Desde la entrada en vigor del convenio europeo sobre protección de animales de compañía el pasado 1 de febrero de 2018, la técnica de otectomía está totalmente prohibida tanto por temas de funcionalidad como por estética en los animales, ha recordado la Guardia Civil.
Con las pruebas incriminatorias, el pasado lunes se les instruyó diligencias al propietario de los animales por un supuesto delito de maltrato animal, y al veterinario por un supuesto delito de falsedad documental al pretender justificar haber realizado las amputaciones de manera legal sin ser ciertas.
Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Zafra.