El hombre acusado de intentar cortarle las manos a su ex pareja en Almendralejo en diciembre de 2020 ha reconocido los hechos en el juicio celebrado este jueves pasado en la Audiencia de Badajoz, en el que su abogado ha solicitado diversos atenuantes que “deben reducir la pena” que piden las acusaciones.
Mientras la Fiscalía pacense y la acusación particular solicitan 11 años y 11 meses de prisión por estos hechos, la defensa pide seis años y seis meses.
En declaraciones a los medios antes del juicio, el abogado de la defensa, Leopoldo López, ha manifestado que se reconocen el delito de lesiones y de quebrantamiento de medidas cautelares, aunque se considera que no concurre el agravante de discriminación por razón de género.
A su vez se han solicitado tres atenuantes, de confesión -el hombre acudió a la Policía, a quien entregó el cuchillo utilizado, tras los hechos-, de alcoholemia -alega que bebió alcohol y que consumió hachís, así como que estaba “fuera de sí” por “una cuestión de celos”- y de dilaciones indebidas, pues lleva en prisión desde diciembre de 2020.
En este último caso “la causa lleva mucho tiempo, la cual sin embargo no es compleja, y por tanto no es justificable el retraso en su tramitación”, ha dicho el letrado.
La abogada de la acusación particular, Remedios Suárez, ha manifestado por su parte que en su caso se adhiere al escrito del Ministerio Fiscal en cuanto a las penas de prisión solicitadas, aunque con “ligeras diferencias” respecto a la responsabilidad civil.
En este sentido, la Fiscalía pide un total de 148.130 euros de indemnización por los días de curación de las lesiones, por las secuelas fisiológicas producidas y por las estéticas.
En el escrito de acusación, el Ministerio Fiscal refleja que el acusado golpeó violentamente la puerta del domicilio de la mujer y con “gran agresividad” entró en una habitación para “arrastrarle” del pelo hasta la calle, donde le pidió que retomaran la relación, momento en el cual le asestó con un cuchillo múltiples cortes en las muñecas, por lo que la víctima presenta secuelas como la pérdida de funcionalidad parcial en ambos brazos.
El juicio, que se ha celebrado a puerta cerrada, después de que las partes no hayan llegado a un acuerdo para fijar una pena consensuada, ha quedado visto para sentencia.