“Heridas, llagas y agonizando”: el Parque Nacional de Monfragüe instala jaulas trampa contra ciervos y jabalíes

Santiago Manchado

10 de febrero de 2022 13:26 h

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El control de la población de ciervos y jabalíes en Monfragüe (Cáceres) genera su enésima polémica tras la prohibición de la caza en el Parque Nacional. La Asociación de Amigos de Monfragüe ha denunciado la instalación de jaulas trampa para ungulados en los terrenos de este espacio propiedad de la Junta de Extremadura y del Organismo Autónomo de Parques Nacionales.

El presidente de este colectivo, Paco Castañares, ha divulgado a través de sus redes sociales la captura de un venado en una de estas jaulas, ideadas para jabalíes, con “heridas, llagas y agonizando” tras haber sido atraído con comida porque “el hambre es muy mala y este animal tuvo que hacer contorsionismo para meterse ahí”.

Posteriormente dos asociaciones conservacionistas, Ecologistas Extremadura y la asociación para la naturaleza de Extremadura, Adenex, han salido al paso del vídeo afirmando que no es nuevo, sino de hace tres años, que dudan de que haya sido grabado en Monfragüe y piden en todo caso una investigación.

El caso es que, según Castañares, hay “decenas” de jaulas trampa diseminadas por todo el parque en las que “acaban los jabalíes con sus crías, golpeando con su cabeza y pezulas durante horas o días contra los barrotes para liberarse, hiriendo seguramente a los rayones..., es una canallada y un atropello contra la fauna salvaje”.

El Patronato del Parque Nacional de Monfragüe tiene un programa de acción selectiva de control de ungulados, ya que se estima la población de ciervos y jabalíes “tiene que disminuir en un millar de ejemplares anualmente”, ha explicado el presidente de la asociación,. Aunque no hay consenso acerca del método más adecuado, “estamos seguro que este método de descarte de la fauna salvaje no va a soportar el escrutinio público”.

La caza comercial dejó de ser legal en todos los Parques Nacionales en diciembre de 2020, también en Monfragüe. En ese momento, la Junta de Extremadura subrayó que el control de poblaciones es un concepto distinto de la caza deportiva y comercial, ya que frente a la finalidad recreativa o lucrativa de éstas, el objetivo es mantener las poblaciones de determinadas especies en niveles que no supongan un riesgo o una amenaza para la preservación de los valores ecológicos. En este caso, las especies capturadas se entregan al Banco de Alimentos y se llevan a muladares “después de recibir un tiro en la sien cuando son capturadas”, denuncia Paco Castañares.

Por este motivo, la Asociación Amigos de Monfragüe ha hecho un llamamiento para recopilar testimonios gráficos de “esta barbaridad”. Como estos espacios no son de acceso público, ha solicitado la colaboración de guardas del Parque Nacional, bomberos y “toda la gente honesta” que lo quiera denunciar. También ha pedido a la Junta de Extremadura una autorización para que representantes del colectivo puedan supervisar estas jaulas trampa y conocer su ubicación.

Por su parte, la Real Federación Española de Caza (RFEC) y la Fundación Artemisan han anunciado que denunciarán ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Extremadura las imágenes en las que se ve a un ciervo “agonizando” dentro de una jaula de las que se utilizan para hacer controles poblacionales dentro de Monfragüe.

El presidente de la RFEC, Manuel Gallardo, ha señalado que “estas imágenes demuestran una vez más el sinsentido de las políticas animalistas, que prefieren que se capturen a los animales en jaulas donde sufren y no tienen escapatoria para finalmente morir, a que sea la actividad cinegética la que controle esas poblaciones de una forma más selectiva y sin el sufrimiento de los animales”, aunque, según Ecologistas en Acción, “se ha demostrado, tras más de 20 años, que las monterías no han funcionado como acciones de control y han generado graves problemas”.