Un total de 48 cachorros nacidos en la red de centros de cría pertenecientes al Programa de Conservación Ex-situ del Lince Ibérico, entre los que se encuentra el ubicado en Zarza de Granadilla, han salido adelante esta temporada reproductora de este año.
Esta temporada de cría se emparejaron 23 hembras reproductoras, una cifra inferior a las 27 de la temporada pasada al disponer de menos espacio en los centros de cría debido al alto número de ejemplares acogidos a la iniciativa.
Esto ha obligado a buscar un equilibrio entre emparejar al mayor número posible de hembras reproductoras y asegurar un buen manejo de los cachorros que vayan a liberarse en el medio natural.
Finalmente, el número total de cachorros que han sobrevivido al destete es de 48 ejemplares de un total de 58 nacimientos. Las muertes producidas han sido todas perinatales, es decir, producidas en el momento del parto o en los primeros días de vida.
El porcentaje de supervivencia de los cachorros tras los primeros 60 días de vida -una vez superado el periodo agonístico que sufren todas las camadas de lince ibérico- ha sido del 83%, una cifra superior al promedio de supervivencia de estos 11 años de programa, que es del 74%.
Ejemplares emparejados
Entre los ejemplares emparejados, los técnicos han destacado el primer año reproductor para cinco hembras, de las que tres no quedaron gestantes, una tuvo un aborto a los 43 de días de gestación y solamente una ha dado a luz con normalidad a una camada, compuesta de tres cachorros, a los que ha atendido perfectamente.
Han explicado que este “fracaso reproductor” en hembras primerizas entra dentro del rango normal registrado en el programa hasta la fecha y no descarta en absoluto la reproducción exitosa en campañas venideras de estas hembras, ya que este año les servirá como primera experiencia.
En cuanto a los machos, se ha anunciado la buena noticia de que Gazpacho, el ejemplar fundador procedente de la población de Doñana (Huelva), criado a mano en el centro de cría extremeño de “El Acebuche” en 2010 y que actualmente se encuentra en el centro de Zarza de Granadilla, ha copulado por primera vez después de dos temporadas de emparejamientos fallidos, y ha tenido cuatro cachorros con la hembra Jarilla.
“Los ejemplares criados de forma artificial han mostrado ser más difíciles de reproducir debido a sus alteraciones etológicas, que impiden en muchos casos el emparejamiento o la cópula, de ahí que la reproducción de un macho fundador de estas características sea una grata noticia para el programa de cría”, han afirmado los técnicos.
Por último, han subrayado que hasta el momento son dos los cachorros nacidos en 2016 que han manifestado episodios convulsivos juveniles, por lo que ascienden a 17 los ejemplares epilépticos detectados en el programa de cría desde que en 2008 se detectaran este tipo de anomalías genéticas en los primeros individuos.
Actualmente este problema es uno de los principales retos de gestión del programa de cría, al ser individuos que, por recomendación del grupo asesor de aspectos genéticos y demográficos, no es recomendable reproducir.