Siete cachorros de lince ibérico de tres hembras diferentes han nacido durante esta primavera en el Valle del Matachel extremeño, lo que supone la segunda anualidad consecutiva en la que se registran nacimientos en la naturaleza en Extremadura.
Dos de las hembras fueron liberadas en el Valle del Matachel en el 2014, primer año de las reintroducciones de Extremadura, y nacieron en el Centro Nacional de Reproducción de Silves (Portugal). La otra hembra, procede del Centro de Cría del Acebuche (Doñana), y fue liberada en el año 2015.
Los cachorros tienen ahora aproximadamente tres meses y su presencia ha sido detectada y monitorizada por personal de la Dirección General de Medio Ambiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de la Fundación CBD- Hábitat, mediante cámaras de foto-trampeo y radioseguimiento, ha informado hoy la Junta de Extremadura en nota de prensa.
Condiciones idóneas para la reproducción
En el Valle de Matachel se dan las mejores condiciones para el asentamiento de hembras territoriales ya que presenta un hábitat de monte mediterráneo y abundante alimento con más de cuatro conejos por hectárea, según explica la Junta.
Gracias al Proyecto LIFE IBERLINCE, en el que colabora activamente la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, el lince no solo ha vuelto a Extremadura después de 40 años, sino que además cría en libertad por segundo año consecutivo. De este modo, los siete cachorros nacidos se unen a los más de veinte ejemplares de linces existentes en Extremadura.
Conservar la especie e incrementar el número de ejemplares de lince ibérico en la Península Ibérica, y conseguir núcleos reproductores estables, son los propósitos con el que la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio participa en el proyecto Life Iberlince, junto con las comunidades autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia y Portugal.
Iberlince es el tercer proyecto Life aprobado por la Comisión Europea que apuesta por la conservación del lince ibérico.
El presupuesto total del proyecto asciende a 34 millones de euros, de los cuales la Unión Europea financia algo más de 20,9 millones de euros (61,57%) mientras que el resto de los socios aportan unos 13 millones de euros (38,43%), lo que supone el presupuesto más elevado que se ha invertido en la UE en un proyecto Life.
La Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio, a través de la Dirección General de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, aporta 1,2 millones de euros.