Las obras del nuevo puente de Alcántara, que atravesará el río Tajo y que dejará descansar, después de casi 2.000 años de uso, al puente romano de esta localidad cacereña, alcanzarán este mes su “velocidad de crucero”, según ha manifestado a elDiario.es Extremadura, el gerente de la Unión Temporal de Empresas (UTE) “Nuevo Puente en Alcántara”, adjudicataria de la ejecución del proyecto, Antonio Félix Rozas Bravo.
Será un puente de acero, de 267 metros de longitud, que eliminará el tráfico rodado sobre el Puente Romano de Alcántara, construido entre los años 103 y 104 en las inmediaciones de la localidad, cerca de la frontera con Portugal.
Las obras, que se iniciaron en el pasado otoño, con la realización de movimientos de tierra, empiezan a recobrar el ritmo, que se vio algo ralentizado por el incremento de los sobrecostes de los materiales de construcción.
Sin embargo, según Rozas, la rápida actuación de la Junta de Extremadura en aprobar una normativa de compensación de precios, “que ha sido pionera en España, ha hecho posible que tanto nosotros como todas las empresas que han licitado con el gobierno autonómico hayamos podido seguir trabajando”.
En un principio, se dijo que la ralentización de las obras se debía a la destrucción, por parte del ejército ruso, de la acería ucraniana de Azovstal, una de las principales del continente, pero “eso nunca ha sido cierto, nosotros somos constructores e importamos el acero de varias acerías españolas que tienen el suministro asegurado”.
En estos momentos, ha afirmado, se continúa con los movimientos de tierra y con los estudios geotécnicos, y ya se ha asentado el poblado de obras, con la instalación de varias casetas destinadas a oficinas, comedor, baños y vestuarios que utilizarán los trabajadores.
Se trata, ha dicho Rozas, de una obra muy compleja que, en algunos momentos, llegará a tener trabajando a más de 50 personas, sobre todo, cuando se proceda a la instalación del arco del puente, que se espera pueda empezar a hacerse alrededor del mes de agosto o en septiembre.
Un mirador privilegiado
Según el gerente de la UTE “Nuevo Puente en Alcántara”, constituida por las empresas ‘Rover Grupo’, del que Rozas es director en Extremadura, ‘Senpa’ y ‘Placonsa’, será un puente que destacará por su diseño y por transcurrir de forma paralela con el puente romano, convirtiéndose en un mirador privilegiado, con unas vistas que sólo serían posible verlas desde un dron.
Si todo transcurre como está previsto, el puente estará operativo en otoño de 2024, después de haber finalizado unas obras que no sólo consistirán en la construcción del puente, sino también de una nueva variante, que unirá la carretera autonómica EX117, con una longitud de 705 metros.
El puente, que tendrá un arco de luz de 180 metros, sustentado en 10 pilas de hasta 24 metros de altura, servirá para la circulación del tráfico rodado, pero también de las personas, puesto que se habilitará un circuito peatonal de 3,5 metros de ancho que permitirá pasear y disfrutar a pie de las vistas que ofrecerá el puente romano, a 200 metros aguas abajo, en paralelo. Se espera que la instalación del arco pueda iniciarse en el mes de septiembre.
Esta obra, promovida y financiada por la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda de la Junta de Extremadura supuso, en su anuncio, una gran emoción para los alcantareños que llevaban años reivindicando la construcción de un puente que permitiera al puente romano, emblema de la localidad, su merecido descanso.
La alcaldesa de Alcántara, Mónica Grados, manifestaba en marzo del año pasado, cuando fue presentado el proyecto, que el nuevo puente en Alcántara será un atractivo turístico más que atraerá a más visitantes, que ya antes de la pandemia superaban los 70.000 anuales.
En 2024, el puente romano de Alcántara podrá tomarse su más que merecida jubilación, después de haber prestado un servicio impecable durante casi 2.000 años.