El próximo jueves 11 de marzo será presentado en Lisboa un plan de reapertura de actividades sobre el que el Gobierno luso no ha adelantado detalles, más allá de confirmar que será gradual y que las escuelas serán las primeras en reabrir.
Será cinco días antes de que venza el actual estado de alarma, el 16 por la noche, fecha hasta la cual las fronteras con España están abiertas solo en algunos puntos (cuatro en Extremadura) y de forma selectiva.
La espera de la nueva “desescalada” (término finalmente aceptado por la Academia de la Lengua en abril de 2020 tras haberlo primeramente desaconsejado) se vive con expectación en el país, que ha mejorado todos sus indicadores y notificó 41 muertes y 718 positivos este domingo.
Pero el dato clave que se busca disminuir antes de abordar la reapertura es el de hospitalizados, que actualmente asciende a 2.165 pacientes covid, de los que 484 permanecen en cuidados intensivos.
Ello en una situación complicada por el hecho de que el 49% de las nuevas infecciones en Portugal ya son de la variante británica.
Un año
Portugal cumple este martes 2 de marzo un año desde que se detectó en el país el coronavirus, que deja un balance de 16.317 muertes y 804.562 infecciones y mantiene actualmente al país confinado para reponerse de la tercera ola, el momento más duro de la pandemia para los lusos.
El 2 de marzo de 2020 el Gobierno portugués confirmó el primer caso de covid en territorio nacional: un hombre de 60 años que había estado en el norte de Italia de vacaciones.
Doce meses después, Portugal, con algo más de diez millones de habitantes, suma más de 16.300 muertes y 804.500 casos, números que se han disparado sobre todo en enero, durante la tercera ola, y que han hecho que supere a España en tasa relativa, en ambos aspectos.
La pandemia en el país ha empeorado progresivamente desde la primavera del 2020. En la primera ola, Portugal fue elogiado por sus reducidos indicadores, al no superar as 37 muertes ni el medio centenar de contagios en un día, datos que se fueron agravando en otoño, en la segunda ola, con pico de 98 decesos y más de 6.000 contagios en un día.
Pero el peor impacto llegó en la tercera ola, al arrancar 2021, que se cebó con el país en enero, cuando Portugal registró sus récords de la pandemia, con unos 300 fallecidos y más de 16.000 contagios en 24 horas.
El confinamiento regresó el día 15 de ese mes para evitar el colapso de los hospitales, y en esta situación se mantendrán los portugueses hasta al menos hasta el próximo 16 de marzo.